Huelga en el Bajo Llobregat en protesta por el alcalde herido

La mayoría de las empresas de la comarca del Bajo Llobregat que no estaban cerradas por vacaciones pararon durante cuatro horas en la mañana de ayer, en repulsa por la grave herida de bala, salida del arma de un guardia civil, en la persona del alcalde comunista de la localidad de Abrera, situada en la mencionada comarca industrial, al suroeste de Barcelona.

El paro fue absolutamente general, afectando a bares y tiendas, en las localidades del norte de la comarca (Martorell, Esparraguera, Olesa y la propia Abrera), mientras que en la parte sur de la comarca (Cornellá, El Prat, Castelldefels, Gavá) los paros afectaron esencialmente a las grandes empresas. En ambas zonas se produjeron concentraciones ante los ayuntamientos de unos quince pueblos.

El paro había sido convocado por las centrales sindicales CCOO, UGT, CNT y CSUT. Su convocatoria era ambigua, sin precisar el ámbito de la misma, en la confianza de que los paros no se limitarían únicamente a la comarca del Bajo Llobregat, sino que podrían ser seguidos en diversos lugares de Cataluña. Pero en realidad la respuesta se produjo sólo en aquella zona y, en particular, en la más inmediata al lugar de los hechos.

El estado del alcalde herido, Manuel López Lozano, mejoró considerablemente durante el día de ayer, aunque eran pesimistas las impresiones médicas sobre la posibilidad de que el herido quedara paralítico.

Mientras las principales fuerzas políticas y sindicales expresaban su repulsa y preocupación por los hechos, la Generalitat provisional guardó un silencio que era condenado en los medios políticos de izquierda y centro-izquierda nacionalista. El servicio de prensa de la Generalitat se limitó a hacer público un telegrama enviado al herido por el vicepresidente tercero de la Diputación.