Los conjurados de Irak eran partidarios de la unión con Siria
La mayor parte de los implicados en el complot abortado en Irak son partidarios incondicionales de la unión con Siria, según se afirma en fuentes diplomáticas árabes de París.
Según estas mismas fuentes, los conjurados intentaron derrocar al «hombre fuerte» del régimen iraquí, Saddam Hussein, porque, en su opinión, había planteado condiciones «inaceptables» -según los conjurados- para la unión con Siria.
Siempre según las mismas fuentes, fue alcanzado un compromiso en Bagdad a mediados de junio en la reunión mantenida por los presidentes Hassan El Bakr, de Irak, y Hafez El Assad, de Siria, en el que se estipuló que el presidente iraquí pasaría a ocupar el puesto de secretario general del Partido Baas (en el poder en los dos países), mientras el presidente sirio pasaría a presidir los destinos de un Estado unificado.
En los medios diplomáticos árabes de la capital francesa se afirma también que, en el último momento, Saddam Hussein, entonces Vicepresidente del Consejo del Mando de la Revolución, rechazó esta fórmula de compromiso y exigió que la presidencia de las dos alas reunificadas del Partido Baas, pasasen a Michel Aflax, de origen sirio, fundador de la citada organización y refugiado en Bagdad desde hace tiempo. Según se subraya en París, esta pretensión era inaceptable para Damasco.
Por otro lado, en ciertos medios árabes de París se mantiene la tesis que la actitud de Saddam Hussein con relación a la unificación con el régimen de Damasco estaría dictada por su política de aproximación a Arabia Saudí, que el «hombre fuerte de Irak habría iniciado en el momento en que el régimen del sha de Irán comenzó a hundirse».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.