Destruida la cárcel de Lérida en un motín
Un grave motín se inició a primera hora de la tarde del domingo en la cárcel situada en esta ciudad y culminó con el incendio del edificio y el enfrentamiento de los reclusos con la Policía Nacional. Como consecuencia de dicho enfrentamiento y del incendio provocado resultaron heridos una decena de policías y presos. El fuego pudo ser dominado a primeras horas de la noche, tres horas después de que los amotinados fueran reducidos.
Los hechos, según Europa Press, se iniciaron en el comedor cuando un grupo de reclusos, conocidos por uso de drogas, protestaron por la calidad de la comida, arrojando platos y otros enseres contra los funcionarios. Pronto se les unieron los restantes presos, hasta un total de 250, censo actual del centro penitenciario. Los funcionarios, atacados por los presos, tuvieron que abandonar los pabellones de reclusión y fue avisada la Policía Nacional.Inmediatamente después, los presos hicieron barricadas con todo cuanto encontraron a mano: bancos, sillas, mesas, colchonetas, ropas, etcétera, y les prendieron fuego. Simultáneamente, grupos de ellos se dedicaron a destrozar todas las instalaciones de las dependencias de talleres, almacén de ropa, despensa, dispensario, biblioteca y capilla, que quedaron reducidos a escombros.
La Policía Nacional y los bomberos, al intentar entrar, fueron recibidos a pedradas, como consecuencia de las cuales cuatro policías resultaron heridos de diversa consideración y tuvieron que ser ingresados en el Hospital Provincial. Alrededor de las seis de la tarde, la policía, que tuvo que emplear su armamento antidisturbios, pudo reducir a los amotinados, Y poco después de las nueve de la noche los bomberos consiguieron dominar el fuego.
En el Hospital Provincial tuvieron que ser ingresados también seis reclusos, la mayoría de ellos con lesiones sufridas como consecuencia del incendio.
Ayer por la mañana se comprobó que los destrozos y daños ascienden a unos cien millones de pesetas. El fuego dejó prácticamente en cenizas las tres cuartas partes del edificio y parece que su propia estructura ha resultado dañada. Las zonas más afectadas corresponden a las celdas altas y a todas las dependencias auxiliares.
Durante la noche de ayer, los presos tuvieron que dormir agrupados en las celdas no afectadas por el incendio, y la policía ha establecido un servicio especial de vigilancia, dado que la mayoría de las cerraduras de celdas y, pabellones están rotas. Desde mediada la mañana se inició el traslado de los presos a las cárceles próximas de Tarragona, Huesca y Barcelona, ya que la de Lérida quedará prácticamente inutilizable durante mucho tiempo.
A última hora, fuentes del Hospital Provincial donde se encuentra internados los cuatro policías y los seis reclusos heridos, han señalado que su estado evoluciona favorablemente y que ninguno de ellos presenta un estado alarmante.
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