La prensa europea califica duramente las últimas acciones terroristas
Toda la prensa europea concedió ayer sus primeras paginas a la información sobre los atentados de Madrid. «La violencia ciega y odiosa», «No se trata con los terroristas», «El cáncer del terrorismo» son algunos de los gruesos titulares en la prensa francesa, que reflejan el contenido general de la prensa europea.Desde la derecha reaccionaria hasta el Partido Comunista, según informa el corresponsal de EL PAÍS en París, Feliciano Fidalgo, coincidieron en sus calificativos y en conceder gran importancia a los sucesos.
En este sentido, los galos ya empiezan a considerar con cierta inquietud que «Francia, después de todo, también tiene un País Vasco y debiera meditar sobre las consecuencias negativas de una política débil con los virtuosos de la metralleta», escribía el ultraderechista L'Aurore, para quien el problema vasco no es más que una cuestión de «terrorismo internacional con un sólo objetivo: derrumbar a Occidente». Este catastrofismo es exclusivo del diario indicado, al menos de manera explícita. También vienen a señalar los diarios galos el aislamiento de ETA «con este combate trágico y absurdo».
Por otra parte, salvo los comunistas y la opinión de derechas, diarios como Le Monde, Liberation o dos de las tres grandes emisoras M país se interrogaban sobre la anomalía que supone para los polis-milis el haber aceptado los acuerdos de Madrid sobre el Estatuto de Guernica y haber cesado «la guerra de las vacaciones» para, acto seguido, desencadenar uno de los atentados «más ciegos y sangrientos». Sobre esta cuestión, una fuente próxima a ETA militar reiteró ayer: «Habría que preguntarse quién ha ordenado estos atentados. Si es la dirección de los polis-milis, no es comprensible que hayan podido aceptar el seudoestatuto de autonomía unos días antes. Y, en caso contrario, sería que la dirección ha sido desbordada por las bases. La actitud de Bandrés, en esta historia se espera con gran interés.»
En estos medios cercanos a ETA militar se teme una colaboración, más acentuada aún de París con Madrid contra los vascos refugiados en Euskadi Norte. El diario Le Monde pensaba lo mismo y creía saber, según anotó en su editorial, que ETA busca nuevas bases de retaguardia en Portugal.
La prensa suprarregional alemana, según Julio Sierra, no fue más benévola en sus consIderaciones: «ETA cubre España de terror», «El nuevo crimen de ETA alcanza a más de cien españoles», «ETA opta por la revolución a pesar del Estatuto» fueron algunos de sus titulares.
En la mayoría de los informes se coincide en resaltar que el propio Gobierno regional vasco ha condenado corno «profundamente antidemocrática» la actitud de los etarras por orientarse también «contra la mayoría del pueblo vasco». Según un diario, la policía no se tomó en serio la amenaza de bomba. Para el hombre medio a quien se ofreció en la tarde del domingo abundante información filmada, a través de la televisión, es apenas comprensible cómo las amenazas de ETA se extienden a zonas turísticas o a estaciones ferroviarias y aeropuertos por los que transitan gentes que nada tienen que ver con los problemas del País Vasco. En un informe del corresponsal del Frankfurter Allgemeine Zeitung se refleja una opinión generalizada de los partidos mayoritarios españoles favorable al levantamiento de la inmunidad parlamentaria de que gozan los diputados de Herri Batasuna.
La nueva ola de terrorismo que flagela el «país hermano» ha provocado una emoción sin precedente en Portugal, tal vez por la circunstancia de encontrarse ac tualmente en España muchos tu ristas nacionales, según informa desde Lisboa Nicole Guardiola. La radio y la televisión han consagra do a los atentados la mayor parte de sus informativos internacionales; al mismo tiempo que insistían sobre la gravedad de los hechos, se esforzaban por tranquilizar a las familias de los veraneantes portugueses, subrayando que una única portuguesa había sido herida.
En Bélgica, Le Soir, periódico de más tirada del país, tras narrar los hechos, finaliza diciendo: «España, que creía haber resuelto en gran parte el "cáncer" del terrorismo, gracias al acuerdo con las principales fuerzas políticas vascas, se encuentra en pleno período turístico con un recrudecimiento dramático de este fenómeno que causó 97 víctimas en 1978 y que ha llegado a las 92 en lo que va de año.»
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