_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Niños en el Año Internacional del Niño

Estamos en el «tan traído y llevado Año Internacional del Niño», pero mucho me temo que no quede más de él que un continuo divagar sin demasiadas soluciones prácticas para llevar a cabo y ayudar lo más posible a los miles de problemas que se plantean en torno a la infancia, malos tratos a los pequeños etcétera. Ultimamente tuve la oportunidad de ver en TV un espacio que hablaba precisamente de los miles de niños apaleados en todo el mundo, y especialmente en países tan civilizados como pueden ser Inglaterra o Francia, o por qué quedarnos nosotros atrás... España. Sin embargo, parece que siempre nos vamos al tremendismo (que, desde luego, existe, desgraciadamente), pero olvidamos que hay montones de niños que sin llegar a esos extremos trágicos también lo están pasando muy mal y cuyo remedio no me parece tan difícil de conseguir. Vayamos a dos ejemplos prácticos:Hace años, siendo mis hijos muy pequeños, tuve en casa durante un par de horas diarias una señora que me ayudaba en el trabajo de mi hogar. A medida que la fui conociendo más, quise penetrar en su mundo personal y me encontré con que esta mujer tenía un problema que me angustió cuando me lo expuso. Tenía varios hijos, el mayor y los medianos en edad escolar, el pequeño, de poco más de dos años y esta señora se lamentaba que tenía que dejarlo atado con una cuerda a una mano, para que no se alejara de su lugar -para evitar pudiese sucederle algo gravemientras ella trabajaba y sus hijos mayores estaban en la escuela. Lo inmediato por mi parte fue proponerle que se lo trajese con ella a mi casa, pero me dijo que no podía porque aparte de la mía iba a trabajar a otros sitios y el problema seguía siendo el mismo.

A pesar del tiempo transcurrido, pienso en ello y tengo la sensación que no es un caso aislado y que muchas madres habrán tenido que llegar a esa situación por falta de guarderías.

Este caso en una mujer trabajadora, y conozco otro, de otra calidad humana, pero con el mismo resultado pára el niño: terror, angustia y falta de lo más esencial: protección. Este último me lo comentó una amiga. Parece ser que cerca de donde ella vivía sabía de dos pequeñas de tres y cuatro años que se quedaban completamente solas durante dos o tres horas mientras su madre asistía a las clases de conducir.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Vivo en una ciudad pequeña, imagino que estos casos se repetirán hasta la saciedad en sitios grandes y me pregunto: ¿tan difícil sería, es, la solución a ellos? Yo, al menos, la veo clara. Guarderías Pero, naturalmente, de precios módicos, para que las madres puedan marchar tranquilas a sus trabajos u ocupaciones sin llevar por dentro la angustia o la despreocupación, según los casos, de dejar a sus hijos solos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_