_
_
_
_

Mañana, en Benidorm, reaparición de El Cordobés

Lidiará, como único espada, seis toros de Carlos Núñez

Manuel Benítez El Cordobés reaparecerá mañana en la plaza de Benidorm, después de haber permanecido siete años retirado de los ruedos. Estoqueará, como único espada, seis toros de la ganadería de herederos de Carlos Núñez. A este mismo hierro pertenecen las reses que fueron rechazadas por los veterinarios de Jerez de la Frontera, el pasado domingo, en la corrida de reaparición de Antonio Ordóñez, que fue suspendida.

La expectación para el festejo de mañana, en Benidorm, es máxima. Las aproximadamente 9.000 localidades de aforo del coso de Benidorm están agotadas. De hecho, el cartel de « no hay billetes » se colocó el pasado jueves. Equipos de televisión e informadores de prensa de numerosos países se han desplazado a Benidorm exclusivamente para este acontecimiento.A nivel de aficionados, la curiosidad mayor se centra en comprobar si el trapío de las reses que toree El Cordobés es el reglamentario, y si no lo es, qué actitud adoptan los veterinarios y la autoridad ante esta anomalía. Asimismo se especula en medios taurinos sobre la puesta a punto del torero, de quien se sabe que se ha sometido a un entrenamiento intensivo con vistas a la campaña de reaparición, que será intensiva en las plazas de América.

El Cordobés, de quien se llegó a formar durante la década de los años sesenta una imagen mífica, popularizó una personalidad muy acusada tanto dentro como fuera de los ruedos. En cuanto a estricta tauromaquia, no resistía un análisis mínimo pues ejecutaba las suertes habituales sin una técnica elemental. No inventó toreo de ningún tipo, pero introdujo acciones insólitas ante los toros, inspiradas en el toreo bufo tradicional, como era besarlos en el cuarto trasero, simular un conato de boxeo, y el salto de la rana, que fue su más feliz creación.

A su forma violenta y desgarbada de ejecutar la veránica se le bautizó «torniquete», y solía hacer quites por chicuelinas, con lo cual completaba su repertorio del toreo de capa, evidentemente muy corto. El de muleta lo basaba en derechazos, naturales y pases de pecho (como todos los demás toreros), con cites muy en corto y ejecución de las suertes mediante una característica verticalidad. Una vez realizado, a su manera, este toreo fundamental, venía la apoteósica exhibición de las acciones ya referidas.

En la década taurina de los años sesenta, que fueron de mando casi absoluto de El Cordobés, la vigilancia de la autenticidad del espectáculo por parte de la autoridad estaba muy lejos de ser estricta. Ahora, aunque aún persisten muchas deficiencias en este terreno, hay en la fiesta una cierta seriedad. Por otra parte, El Cordobés tiene en la actualidad 43 años, lo cual puede incidir en su capacidad fisica y arrojo para resolver los problemas de la lidia. Sin embargo, este es también su mérito.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_