Suárez y Garaicoetxea no se reunirán de nuevo salvo que surjan problemas

Las negociaciones en torno al Estatuto vasco entre Unión de Centro Democrático (UCD) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) prosiguieron ayer en el palacio de la Moncloa -y se prolongarán hoy domingo- sin la presencia permanente del presidente Suárez y en ausencia del presidente del PNV, Carlos Garaicoetxea, que se encuentra en Pamplona desde el viernes por la noche, dado el estado crítico de su madre. La impresión general es que, si los acuerdos prosperan, el señor Garaicoetxea permanecerá en Pamplona y, si surgen dificultades graves, regresará a Madrid para negociar con el señor Suárez.

Durante la mañana de ayer prosiguieron las negociaciones, con cuatro temas en los que existen especiales dificultades -el viernes no avanzaron las conversaciones- y que son los relativos, Navarra, orden público, policía autónomas y enseñanza.En este último apartado las diferencias surgen porque los representantes vascos reclaman la exclusividad de las competencias mientras que los negociadores centristas enfocan el tema como un derecho individual e igual para todos los españoles, cuya garantía y desarrollo corresponde al Estado.

Se ha sabido que en las conversaciones de ayer sábado estuvieron presentes por el PNV, Javier Arzallus, Marcos Vizcaya y los señores Ollora, Unzueta y Guevara; por parte de UCD, parlamentarios y expertos.

El Consejo General Vasco tiene previsto celebrar una conferencia de prensa, en los primeros días de la próxima semana, si se llega a un acuerdo completo antes del martes. A esta conferencia asistiría el presidente del partido, señor Garaicoetxea. Si el acuerdo resultase fallido, el presidente del CGV regresaría a Madrid antes de lo previsto, para. proseguir sus conversaciones personales con el señor Suárez.

Según informa Europa Press, numerosos telegramas de apoyo a las negociaciones están llegando a la oficina de prensa del CGV en Madrid, firmados tanto a título personal como por los bazokis, centros de reunión del PNV, en diferentes poblaciones.

La oleada de telegramas coincide con el optimismo manifestado por algunos parlamentarios vascos, entre ellos el señor Vizcaya, en cuanto al logro que supone el acuerdo sobre determinados puntos del Estatuto, como el de los conciertos económicos.

Ayer mismo, en Bilbao, y con respecto a las negociaciones, el senador por Vizcaya y presidente del PSOE, Ramón Rubial, manifestó a la agencia Efe: «Espero que las fuerzas políticas de Euskadi que no acepten el Estatuto de Guernica se tengan que rendir a la evidencia de la voluntad mayoritaria del pueblo al que dicen representar. »

«Si todo acaba», añadió, «como se prevé, cuando el Estatuto de Guernica sea sometido a referéndum y aprobado por la inmensa mayoría del pueblo vasco, nadie se va a poder arrogar una representación gratuita. »

Tras expresar su confianza en la marcha positiva de las negociaciones, el señor Rubial afirmó que el País Vasco podrá entrar a corto plazo en una vía de normalización.