Brejnev y la crisis energética

«Un aspecto de la crisis de la energía que los participantes en la reunión de Tokio no han visto es que Brejnev es el Yamani de la Europa del Este. Todos los países del COMECON, incluvendo Polonia y Rumania, importan la mayoría de su energía de la Unión Soviética y dependen de ella. (...) Una industrialización creciente, el alza del nivel de vida y más automóviles acarrea un constante aumento de la demanda de energía a una tasa del 5% al año. ( ... ) Como Yamani, como el presidente Carter, Brejnev no ignora que hasta 1980 las reservas soviéticas de energía serán escasas. Pero, a diferencia del presidente Carter, las controla todas; y en Siberia obtendrán los rusos las reservas necesarias si pueden explotarlas. Los rusos creen que poseen el 57% de las reservas mundiales de carbón, el 45 % de las reservas mundiales de gas natural y, tal vez, el 35% de las reservas mundiales de petróleo, la mayoría de ellas temporalmente encerradas o heladas en Siberia. La Unión Soviética no ha explotado todas sus riquezas dentro de sus fronteras, y si hay gas bajo el suelo de Yakustskia, los rusos, con toda seguridad, lo descubrirán. ( ... ) A la mitad de un continente Rusia lo controla y abastece de petróleo, gas y energía atómica. Todos esos suministros son indispensables aun para países como Rumania, que tiene petróleo, y Polonia, que tiene carbón. Si lo quiere, para conservar en orden su propio campo, Brejnev puede olvidarse del marxismo-leninismo y del Ejército rojo. El hombre que controla el grifo del gas, los pozos de petróleo y la energía nuclear es el amo, cualquiera que sea su ideología.» , 9 de julio