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Discreta respuesta a la convocatoria de paro

Con un seguimiento mucho menor a anteriores jornadas de protesta y sin ningún incidente reseñable transcurrió ayer, entre paros y asambleas, la convocatoria de Comisiones Obreras contra el proyecto de estatuto de los trabajadores de UCD y a favor de la revisión salarial de convenios.Las cifras de paro han sido abultadas o reducidas en función de los intereses particulares de las fuentes que las facilitaban y en la seguridad de la imposible verificaciónde las mismas. Así, mientras UGT, Ministerio de Trabajo y CEOE calificaban la jornada de «flasco» y fracaso, asegurando que sólo el 5% de los trabajadores secundó el llamamiento de CCOO, el sindicato convocante valoraba positivamente el desarrollo de las acciones y afirmaba -en datos de las dos de la tarde- que entre un millón y medio y dos millones de trabajadores (el 25% de la población asalariada, aproximadamente) habían realizado los paros simbólicos programados.

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La media hora de paro convocada por CCOO fue secundada de manera irregular

(Viene de primera página)

Diversos factores, como son la imposibilidad de discernir en muchos casos quiénes secundaban la convocatoria de CCOO y quiénes no cuando las asambleas coincidían con el llamado cuarto de hora del bocadillo, o las duras advertencias efectuadas por los gobernadores civiles de Madrid o Barcelona para quienes pararan en los servicios públicos (el comité de empresa del Metro de Madrid, donde es mayoritaria CCOO, se vio obligado a desconvocar el paro ante las «amenazas» de Juan José Rosón), invalidan cualquier consideración de la jornada de ayer como un test de fuerza entre CCOO y UGT.

Trasfondo de la jornada

Los acuerdos firmados por UGT con la CEOE, relativos a revisión salarial y a aspectos contenidos en el proyecto de estatuto de los trabajadores, han sido contestados con extremada dureza dialéctica por CCOO a lo largo de las últimas semanas. CCOO había previsto que UGT, como había ocurrido en los últimos meses, se uniría al llamamiento de una jornada contra el estatuto de los trabajadores de UCD, condenado por ambas centrales, y se vio sorprendida, a escasas fechas del día programado para las acciones, por la decisión de la central socialista de no apoyar la misma.

CCOO, ayer, volvió a insistir en ello. Al hacer la valoración de la jornada de protesta, plantea la combinación de la presión con la negociación. Negociación que debe realizarse entre las centrales y la patronal para el tema de la revisión salarial de convenios, y entre los sindicatos y el Gobierno para el estatuto de los trabajadores. La decisión de UGT de negociar también aspectos del estatuto con la patronal y la insistencia de la CEOE de no excluir los temas de un nuevo marco de relaciones laborales en sus conversaciones con los sindicatos han radicalizado las posturas de CCOO, que acusa a UGT de romper la unidad de acción. CCOO volvió a afirmar ayer que es necesaria la unidad de acción y muy especialmente entre CCOO y UGT.

El paro en servicios públicos

Mientras CCOO afirmaba que entre el 60% y el 80% de la circulación de Renfe secundó el paro de media hora convocado por su sindicato, la dirección de la empresa y UGT informaban que tan sólo habían parado sesenta trenes de los 260 que se encontraban en circulación en el tiempo de la convocatoria de la acción (el 23%). Por otra parte, y según Renfe, veintiséis trenes correspondían a Chamartín, cuyo puesto de mando se sumó al paro, lo que impidió la circulación de cualquier tren de su jurisdicción. Los paros en oficinas y taquillas también fueron mínimos o no existieron para la empresa y la UGT, en tanto que para CCOO fueron importantes.

En la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) solamente pararon siete autobuses, según el Ayuntamiento, y cinco, según la UGT. Los retrasos fueron menores, según el Ayuntamiento madrileño, que los que son habituales. En el Metro, como se dijo, fue desconvocada la huelga. Hay que reseñar, sin embargo, las severas advertencias del Gobierno Civil para quienes secundaran el paro.

En Aviación Civil y en Iberia las anormalidades laborales, de cara al usuario, fueron mínimas. El nivel simbólico de los paros vuelve a hacer imposible discernir el alcance del seguimiento de la convocatoria en este sector.

Otros sectores

Automóvil, siderurgia, construcción, alimentación, artes gráficas y textil fueron los sectores donde el paro tuvo mayor incidencia, según CCOO. Esta central y UGT han facilitado extensas relaciones en las que se aseguraban paros o normalidad en distintas empresas, algunas de ellas coincidentes, y otras -la mayoría- paradójicamente opuestas. Así, mientras CCOO aseguraba que el 100% de los trabajadores del turno de mañana habían secundado el paro en el automóvil, UGT afirmaba por su parte la absoluta normalidad en Motor Ibérica, FASA-Renault, Santana, SEAT Madrid, FASA-Madrid y Citroën Madrid.

A la disparidad de las cifras y los datos hay que unir la insistencia de CCOO en afirmar que muchos miembros de UGT y USO han secundado el paro, y la de UGT, que asegura que la propia militancia de CCOO ha decidido no sumarse, en muchos casos, a la convocatoria.

Finalmente, en las valoraciones de la jornada, ambas centrales -CCOO y UGT- afirman que los resultados de la misma demuestran la aceptación de sus respectivas tesis.

Por otra parte, y según informó CCOO al término de la jornada, el Gobierno, las centrales sindicales y la patronal podrían negociar entre el 20 y el 30 de julio la revisión de convenios. Fuentes de esta central informaron que el vicepresidente Abril Martorell se había puesto en contacto con ellos, de cara a las negociaciones. La negociación a tres bandas, asegura CCOO, es la respuesta a la presión ejercida por los trabajadores.

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