Escepticismo ante el nuevo encuentro Sadat-Beguin
Los líderes de Egipto e Israel han abierto en Alejandría tres días de conversaciones sobre la autonomía palestina y la mejora de las relaciones entre los dos países.El primer ministro israelí, Menahem Begin, y el presidente egipcio, Anuar el Sadat, tratarán de dar un nuevo impulso a las negociaciones bilaterales, aunque se cree en medios diplomáticos que las reuniones no lograrán acuerdos extraordinarios.
Begin recibió una fría acogida oficial a su llegada a la base militar aérea de Alejandría, sin el protocolo y la espectacularidad de anteriores ocasiones. Begin visita Egipto por cuarta vez.
Begin y Sadat se entrevistan en un momento en que las negociaciones autonómicas han registrado el único progreso de la creación de dos grupos de trabajo que estudiarán el tema, pero se mantienen las divergencias principales.
Fuentes egipcias afirman que Sadat solicitará a Begin que, al menos, detenga la creación de nuevos asentamientos en los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza mientras se negocia la autonomía palestina.
En una información desde Bonn, el diario norteamericano The New York Times dice que el Gobierno Carter ha pedido al canciller alemán Helmut Schmidt que presione a Israel para que no continúe con su política de asentamientos en Cisjordania.
El periódico neoyorquino añade que la petición encaja en lo que fuentes norteamericanas aseguran que es una nueva postura del Departamento de Estado de «no desalentar las iniciativas de los países de Europa occidental, aislada o colectivamente, para tratar de ayudar al proceso de paz en Oriente Próximo».
Según el Times, el presidente Carter expuso ese cambio a Schmidt cuando ambos se reunieron en Washington a primeros de junio.
A su regreso a Bonn, el canciller alemán, en una declaraciones al diario Jerusalem Post manifestó que «si Israel continúa con su política actual de asentamientos, será difícil que continúe siendo considerado como amigo».
Fuentes israelíes sostienen que Sadat volverá a exigir un gesto de buena voluntad de Begin en Cisjordania y Gaza, como la retirada de las comandancias militares de los centros urbanos, el regreso de los refugiados, la liberación de más presos palestinos y una mayor libertad política.
La intención de Sadat es atraer a Jordania y a los palestinos a las negociaciones autonómicas, una postura que compirte Estados Unidos.
Pero fuentes oficiales de TelAviv afirman que Begin rechazará la exigencia de Sadat para eliminar el Gobierno militar israelí en esas regiones.
Los israelíes creen que el cumplimiento de los puntos acordados en el tratado de paz convencerá a los árabes moderados de las intenciones pacíficas de Israel.
Begin, por su parte, pedirá en las dos sesiones, cara a cara con Sadat, el avance en el proceso de normalización de las relaciones.
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