Estreno mundial de "Norabait", de Antón Larrauri

« Me interesa acentuar en esta partitura la entrañable relación que existe entre el punto de partida de toda obra y su meta a lograr. De ahí su título, que significa hacia alguna parte», ha declarado a EL PAÍS Antón Larrauri, compositor vasco cuya última obra, Norabait, ha sido presentada en el Auditorio Manuel de Falla, de Granada, con carácter de estreno mundial, por el Grupo de Percusión de Madrid, que dirige José Luis Temes.Se trata de una obra para conjunto de percusión, especialmente encargada por la Dirección General de Música, del Ministerio de Cultura, para el XXVIII Festival Internacional de Música y Danza de Granada. Está compuesta para cinco intérpretes y más de cuarenta tipos diferentes de instrumentos percusivos y otros cuatro tipos de aire accionados por la boca.

«Tomando pequeñas unidades de temática popular vasca -dice Larrauri-, así como el ritmo predominante del zortziko, Norabait parte de un esbozo del compás cinco por ocho y plantea un desarrollo progresivo del mismo, yuxtapuesto y contrapuesto a otros ritmos, que lucha abriéndose paso hasta el final y termina en un cinco por ocho neto. La obra está, por otra parte, equilibrada en muchos pasajes, para dar la sensación de dos conjuntos que estuvieran interpretando bajo distinto director, lo que yo considero como un aspecto desbordante de su fuerte acento desgarrador.»

Antonio Larrauri nació en Bilbao en 1932 y fue critico musical de El Correo Español-El Pueblo Vasco durante once años, de 1960 a 1971. Desde su primer estreno musical (Dédalo, interpretada por la Orquesta Sinfónica de Bilbao), Larrauri ha compuesto un total de más de cincuenta obras, entre las que destacan los títulos Contingencias, Espatadantza, Aldatza, Munduat, Gardunat, Zaintsu, Diálogos, Illun (oscuridad), Zantiretu y Aitxa (padre), que ganó, ex-aequo, el arpa de plata del concurso de las Cajas de Ahorro, el año pasado, en el Teatro Real de Madrid. Son composiciones para variados intérpretes y grupos, predominando las obras corales y de gran orquesta.

«Mi obra, en general, presenta dos facetas: por un lado, me dedico a la música actual, de vanguardia, y por otro, a la tradicional. En esta segunda, tomo melodías vascas y hago obras a partir de ellas, o bien creo mis propias melodías. También dentro de la música vasca hago música actual, como es el caso de mi Zantiretu, composición que evoca la brujería ancestral y se presta a lo expenmental y vanguardista.»

Fuera de España, Larrauri ha sido interpretado en varias ocasiones en festivales de la UNESCO y ha participado en el Premio Italia de Venecia y en el concurso internacional de la RAI. Tras la presentación de Norabait en el festival granadino, donde el público le hizo salir dos veces a saludar con sus bravos y aplausos, su próximo estreno tendrá lugar en Bilbao, en octubre, con la interpretación de la obra Illun-2, a cargo del Coro de Cámara de RTVE, bajo la dirección de Pascual Ortega.

Respecto a Norabait, que es su primera obra exclusiva de percusión, el compositor bilbaíno dice que «al igual que hago con la electrónica, he querido tratar aquí la percusión no como un desfile de timbres, sino bajo un aspecto más humanizado y con más fuerza y vigor. Sobre el montaje de unog pocos instrumentos exclusivos para determinados intérpretes (marimba, crótalos, vibráfonos y xilófono), he dispuesto que el resto de la percusión, hasta un total de más de cuarenta diferentes tipos de instrumentos, esté a cargo de todos los profesores del conjunto de una manera alterna. Pretendí con ello no limitar las posibilidades creativas al componer, a la vez que dotar a la obra de un movimiento escénico aportador de tensión y dinámica».

Técnicamente, la obra tiene un total de 363 compases y dura de 22 a 27 minutos. Una gran parte está compaseada, mientras que otra es una mezcla de compases y pasajes aleatorios, unas veces superpuestos a los compases y otras en yuxtaposición.