Egipto e Israel reanudan sus negociaciones sobre la autonomía palestina
Ayer se reanudaron en Alejandría, por dos días, las negociaciones egipcio-israelíes sobre la autonomía de los territorios ocupados por Israel a partir de la guerra de «los seis días», de junio de 1967. Para tratar de desbloquear el punto muerto en que se encuentran las negociaciones, el embajador volante del presidente norteamericano, Robert Strauss, ha propuesto la formación de grupos de trabajo que estudien los problemas.
Las dos delegaciones que han iniciado esta cuarta sesión de trabajo -la primera se realizó el pasado mes de mayo- están presididas por Mustafa Jalil, presidente del Consejo de Ministros y ministro de Asuntos Exteriores de Egipto, y Yussef Bur, ministro israelí del Interior.Ambas delegaciones han reanudado el diálogo reducidas a su más mínima expresión, ya que Butros Ghali, ministro de Estado egipcio para el Exterior, se encuentra en Monrovia para participar en los trabajos de la reunión de la Organización para la Unidad Africana, y, por parte de Jerusalén, se encuentran ausentes el ministro de Asuntos Exteriores, Moshe Dayan, convaleciente de una operación quirúrgica, y el ministro de Defensa, Ezer Weizman, que pidió su relevo, ya que desaprueba la política de colonización judía en los territorios ocupados.
En el curso de las tres primeras reuniones anteriores, Estados Unidos había desempeñado un papel de segundo plano. Sus intervenciones no fueron suficientes, al menos aparentemente, para lograr que egipcios e israelíes se pusiesen de acuerdo sobre el orden del día de las negociaciones. Es decir, el diálogo no ha conseguido despegar.
Los egipcios desearían que se concediese prioridad a las medidas iraelíes -liberación deprisioneros, libertad de expresión política, etcétera-, destinadas a crear en los territorios ocupados un clima propicio a la celebración de las elecciones para el gobierno autónomo. Israel, por su parte, no quiere hacer lo más mínimo que ponga en peligro su seguridad.
Sólo los americanos pueden, una vez más, desbloquear el proceso hacia una paz global. Esto es, al menos, lo que ha dicho el presidente egipcio Anuar el Sadat al embajador volante de Carter, Robert Strauss, en el curso de las conversaciones que han mantenido. Strauss, al parecer, ha confirmado a Sadat que Estados Unidos apoya a fondo a Egipto en su oposición a la implantación de colonias judías en los territorios ocupados y en su decisión de aplicar, sin restricciones, los aspectos del tratado de paz relativos a la autonomía de los palestinos.
Ahora bien, el interrogante surge de si una posición conjunta de egipcios y norteamericanos en Alejandría será suficiente para arrancar a los israelíes, aunque sólo sea un orden del día de las negociaciones.
En los medios egipcios, como en algunos círculos israelíes «ilustrados», empieza a extenderse la convicción de que ningún progreso tangible será conseguido para los palestinos, mientras Menahem Begin siga al frente del poder en Israel.
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