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Los jueces de distrito de toda España a favor de un cuerpo judicial

Durante dos días -el último fin de semana- la justicia de distrito, integrada en toda España por unos seiscientos jueces, otros tantos secretarios y unos trescientos fiscales, abordó en Madrid, por primera vez de forma colectiva, el estudio de sus problemas profesionales, fundamentalmente de aquellos que más le urgen en estos momentos: su integración en un único cuerpo judicial y su participación en el movimiento asociativo surgido últimamente en el mundo de la justicia.

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Posiciones enfrentadas

La primera asamblea de la justicia de distrito -antigua justicia municipal y comarcal- reunió a un centenar de profesionales, entre jueces, fiscales y secretarios, quienes debatieron cuatro ponencias y aprobaron una serie de conclusiones que serán presentadas probablemente hoy al ministro de Justicia. Sobre la problemática que plantea la integración de los jueces, fiscales y secretarios en las carreras judicial y fiscal y en el secretariado de la Administración de Justicia habló el señor Brualla, juez de distrito de Benavente. Esta ponencia, junto con la de asociacionismo, presentada por el señor García Zarandieta, fiscal del juzgado de distrito número 1 de Huelva, fue la que más acaparó la atención de los asambleístas. Otras dos ponencias sobre retribuciones y sobre mutualidades fueron defendidas, respectivamente, por el señor Merchán, secretario del juzgado de distrito número 3 de Madrid, y por el senor Ortíz Ricoll, titular del juzgado de distrito número 23 de Madrid.Respecto a la integración, el acuerdo principal fue el de insertarse en los escalafones de las carreras judicial y fiscal y en el secretariado, a continuación de los que actualmente los componen, sin que haya intercalaciones. Por otra parte, se reconoce el derecho a seguir desempeñando sus funciones, en los juzgados de distrito, a los actuales jueces, fiscales y secretarios que lo deseen. En la ponencia sobre asociacionismo se rechazó, como absolutamente impensable en la actualidad, la constitución de una asociación limitada a los funcionarios de la justicia de distrito y se abogó por una asociación que englobe a jueces, fiscales y secretarios de todas las ramas y categorías. En cuanto al ámbito territorial, la asamblea se pronunció por el regional, sin perjuicio de la integración en una federación de asociaciones a nivel estatal. Los fines del asociacionismo judicial fueron fundamentalmente centrados por la asamblea en la defensa y realización de los principios, derechos y libertades consagrados en la Constitución, profundizando en sus contenidos.

La primera asamblea nacional de la justicia de distrito ha sido valorada positivamente por sus promotores, aunque no han faltado quienes se han opuesto a su celebración. «La asamblea ha resultado positiva desde el momento que han surgido a la superficie las diversas posturas y se han adoptado una serie de conclusiones», comentó a EL PAÍS un miembro de la coordinadora. Uno de los asistentes manifestó que «era la primera vez que se realizaba una asamblea de carácter nacional, ya que antes el colectivo estaba dominado por los jueces de Madrid y Barcelona».

En la asamblea no faltaron fuertes discusiones como consecuencia del impacto producido en algunos jueces, sobre todo de Madrid y Barcelona, de edad avanzada y bien situados socialmente, por la oferta hecha por el presidente del Tribunal Supremo, en el sentido de crear para los jueces de distrito una categoría personal a efectos retributivos y honoríficos de juez de primera instancia a los quince años de ejercicio, y de magistrado, a los treinta. Este grupo de jueces se inclinan por esta fórmula, ya que, dicen, «la integración a nosotros no nos aporta ninguna ventaja». Sin embargo, para la mayoría de los jueces de distrito, la posición de estos colegas puede echar por tierra la propuesta de integración. «El hecho», dicen, «de que puedan quedarse en el mismo juzgado de distrito, pero con categoría de juez de primera instancia les pone por delante de los jueces de primera instancia e instrucción de los pueblos, y éstos no lo aceptarán».

No obstante, la asamblea, sin perjuicio de la defensa decidida de la integración colocándose a la cola de los escalafones de las carreras judicial y fiscal y del secretariado, aprobó diversas fórmulas que tienen en cuenta la defensa de algunas situaciones personales y que serán expuestas en su momento durante las negociaciones que se entablen en su día sobre la integración con los responsables del Ministerio de Justicia.

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