Malasia sigue expulsando refugiados vietnamitas

Los ministros de Asuntos Exteriores de los cinco países de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN), más los de Estados Unidos, Japón, Australia e Irlanda (en representación de la CEE), iniciaron ayer, en Balí, las discusiones para examinar las medidas para contener el éxodo de los refugiados indochinos y estudiar la situación en Camboya. Uno de los países representados en esta reunión, Malasia, anunció ayer la expulsión de más de mil refugiados, pero permitió la entrada de un grupo de 623 personas.Al final de la reunión de ayer, el ministro de Asuntos Exteriores australiano, Andrew Peacock, declaró a la prensa que «debe someterse a la Unión Soviética a la mayor presión posible para que influya en Hanoi para que ponga fin al envío sistemático de refugiados a alta mar».

Ayer, los ministros de la ASEAN se declararon gravemente preocupados, a la vista de los últimos combates habidos en Camboya, y especialmente por el hecho de que en la frontera de este país con Tailandia haya estacionados 150.000 soldados vietnamitas dispuestos a perseguir en territorio tailandés a los jemeres rojos partidarios del régimen derrocado de Pol Pot.

Los países de la ASEAN pidieron la semana pasada a Vietnam que retire sus tropas de Camboya y previnieron que no tolerarán incursiones vietnamitas en Tailandia.

Según fuentes de la conferencia, los ministros de la ASEAN creen que el papel de Vietnam y de su aliado, la Unión Soviética, en el éxodo de refugiados y en la situación de Camboya tiene dimensiones globales.

Por su parte, el secretario británico del Foreign Office, Lord Carrington, pidió ayer, en Kuala Lumpur, capital de Malasia, que se estudie inmediatamente la propuesta de este país de crear campamentos de tránsito para los refugiados indochinos en terceros países.

Malasia expulsó ayer a unos 1.050 refugiados vietnamitas que habían llegado hasta sus costas a bordo de tres barcos, pero permitió la entrada a un grupo de 623 personas.

El Gobierno malayo ha expulsado a un total de 15.513 refugiados desde que, el 18 de junio, anunciase su nueva política.