Grave enfrentamiento aéreo entre sirios e israelíes en el sur del Líbano
Aviones Mirage y F-15 S israelíes y Mig 21 sirios se enfrentaron ayer por la mañana sobre la localidad de Damur, en el sur de Líbano. Según informaciones de Tel Aviv, cinco aparatos sirios fueron, derribados, mientras la formación israelí regresó a sus bases sin sufrir pérdidas. Por su parte, Damasco reconoce que cuatro Mig resultaron alcanzados y que dos aviones israelíes fueron derribados. Los palestinos afirman, por su parte, que dos Mirage fueron puestos fuera de combate y dos pilotos captura dos. Este es el primer combate aéreo entre sirios e israelíes desde la última guerra árabe-israelí, en octubre de 1973.
El combate tuvo lugar a partir de las once de la mañana. Cuando una formación de aviones israelíes se disponía a bombardear campos palestinos en el sur de Líbano, fueron interceptados por los aparatos sirios.Estados Unidos calificó ayer de «muy grave» y «peligroso» el combate aéreo mantenido por Israel y Siria sobre el territorio del Líbano.
El Gobierno de Washington advirtió a Israel que la utilización que ha hecho de aviones F-15 en el combate, supone violar el acuerdo por el que Estados Unidos entregaron al año pasado esos aparatos, con fines exclusivamente de defensa.
Israel, Siria y Líbano cargaron conjuntamente con la culpa, desde el punto de vista norteamericano, de esa batalla que se originó con bombardeos israelíes de bases palestinas en Líbano y en la que se vio envuelta la fuerza aérea siria estacionada en ese país.
«Hacemos un llamamiento a Siria e Israel para que se contengan al máximo», declaró en Washington un portavoz del departamento de Estado.
Imprevisibles consecuencias
Los observadores ponen de relieve que el hecho de que por primera vez las fuerzas aéreas sirias salgan al paso de los ataques israelíes en el sur de Líbano constituye un aumento de la tensión en la región que puede tener consecuencias imprevisibles. Por el momento, Egipto ha reaccionado condenando la incursión israelí. Considera que la batalla aérea supone una grave amenaza para el actual proceso de paz en Oriente Próximo.Hasta el momento, esta circunstancia carecía de precedentes. Cuando los israelíes ocuparon una franja fronteriza en el sur de Líbano, el pasado año, las fuerzas de Damasco estacionadas en este país, dentro del marco de la Fuerza Arabe de Disuasión, no se movieron. En todo momento esas tropas respetaron la famosa «Iínea roja», situada al sur del río Litani, demarcada por los israelíes como «punto de no retorno», a partir del cual Tel Aviv consideraría amenazada su seguridad nacional.
La víspera del combate aéreo de ayer, el primer ministro de Israel, Menahem Begin, al referirse a los atentados palestinos en este país, dijo que a partir de ahora su país no se limitaría a acciones de represalia contra «los terroristas», sino que llevaría a cabo medidas «preventivas» en cualquier lugar. Al mismo tiempo reiteró sus ofertas de negociar un acuerdo de paz con Líbano, que tendría como base la retirada de las fuerzas sirias, el desarme de los palestinos y su instalación en países de la región, incluido Israel.
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