Agente comercial muerto en un tiroteo frente al cuartel de policía de Basauri
En la mañana de ayer fallecía, en el hospital Civil de Bilbao, Diego Alfaro Orihuela, agente comercial, de cincuenta años de edad, nacido en Jerez de la Frontera, quien en circunstancias poco claras fue alcanzado en la cabeza por un disparo, a las once de la noche del viernes, cuando en compañía de dos colegas circulaba en un coche por la «solución sur» de la autopista Bilbao-Behobia, en dirección a la capital vizcaína. Parece ser que el coche en el que viajaban los tres agentes comerciales cruzó una zona cercana al cuartel de la policía de Basauri en la que se producía un intenso tiroteo cruzado entre centinelas y efectivos policiales y un presunto comando que, desde la autopista citada, había hecho fuego contra las instalaciones del mencionado cuartel.
Aunque existen muchas lagunas y no poca oscuridad en torno a los hechos, parece confirmado que hacia las once de la noche del viernes varios desconocidos realizaron un ataque por sorpresa a las instalaciones del cuartel de Policía Nacional de Basauri, situado justamente debajo y a escasa distancia de la «solución sur» de la autopista Bilbao-Behobia. Desde la misma, el comando hizo, al parecer, fuego sobre el patio del cuartel en el momento en que llegaban al mismo dos autobuses con policías nacionales que acababan de ser relevados de sus funciones de vigilancia en Bilbao. Ninguno de ellos sufrieron heridas.En pocos segundos se inició un intenso tiroteo entre los agresores y los centinelas del cuartel, policías de paisano -que disparaban desde un coche blindado- y numerosos efectivos de policía que reaccionaron rápidamente ante el ataque. Durante un espacio aproximado de cinco minutos los efectivos policiales barrieron la zona próxima al lugar desde donde se había efectuado el atentado, con frecuentes tiroteos y cambios de disparos. Pese a esta rápida acción, los atacantes huyeron del lugar en un automóvil, tomando, al parecer, la salida de la citada autopista que conduce a Orduña y Burgos.
La fatalidad quiso que en pleno tiroteo pasara por la zona de fuego cruzado un automóvil Simca 1200, color verde, matrícula B-3196-DF, ocupado por el señor Alfaro Orihuela y dos amigos, también agentes comerciales, quienes se vieron sorprendidos por los disparos. Parece, por los primeros testimonios, que al darse cuenta de lo que sucedía los ocupantes del coche se agacharon para no ser alcanzados por los impactos, dos de los cuales penetraron en el vehículo por la luneta trasera. Diego Alfaro Orihuela, de cincuenta años, natural de Jerez de la Frontera y residente en Sevilla -que viajaba en el asiento posterior del automóvil-, fue alcanzado de lleno en la cabeza por un proyectil que le fracturó el cráneo, produciéndose pérdida de masa encefálica.
En medio de la confusión provocada por el tiroteo, miembros de la policía descubrieron el accidente de los agentes comerciales, a los que trasladaron urgentemente al hospital Civil de Bilbao. El conductor y propietario del vehículo tiroteado, Alberto de Miguel Pernaute, de 49 años de edad, natural y vecino de Pamplona, fue asistido de shock nervioso leve; Francisco García García, de,43 años, natural de Toledo y domiciliado en Madrid, presentaba golpe leve en la cabeza; Diego Alfaro Orihuela fue ingresado en estado gravísimo y con pocas esperanzas de vida. Los esfuerzos que se realizaron para salvarle fueron vanos. El herido falleció a las nueve de la mañana de ayer en la unidad de cuidados intensivos del centro médico.
En la mañana del 20 de noviembre de 1978 sufría otro atentado el cuartel de Policía Nacional. En aquella ocasión, un comando ametralló el campo de deportes donde una treintena de policías jugaban al fútbol. Dos de ellos murieron y diez más resultaron heridos. ETA-militar reivindicó la acción.
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