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Alfonso Echeverría, reelegido secretario general de ELA-STV

«Esperemos que un día no lejano Euskadi-Norte y Euskadi Sur se encuentren bajo un mismo Gobierno vasco, en el que ELA-STV será la central mayoritaria», afirmó en el discurso de clausura del IV Congreso de ELA-STV su vicepresidente, señor Leunda. En la última sesión se incluyó también la extensión a Navarra del marco de relaciones laborales de Euskadi y se aprobó una resolución en la que se pide la paralización de las obras de la central nuclear de Lemóniz, «sin que ello constituya un pronunciamiento» definitivo.

El congreso reeligió a Alfonso Echeverría como secretario general y confirmó como presidente del mismo a Manu Robles, que desde el segundo congreso de ELA-STV, celebrado en 1933, viene ocupando dicho cargo.Las ponencias de política general y reivindicativa fueron objeto de los debates más largos, debido al número de enmiendas todas ellas se referían a aspectos no esenciales del texto. La ponencia sobre las relaciones laborales en Euskadi, que puede considerarse como la aportación más importante, se aprobó rápidamente y sin apenas enmiendas, como ocurrió con el plan de organización.

En la sesión de la mañana intercalada entre la discusión de las ponencias, tuvo lugar la elección de la nueva comisión ejecutiva, integrada por doce miembros elegidos por los 36 que forman el comité nacional. Este había sido elegido la víspera aprobándose con 35 votos negativos y diez en blanco la propuesta de la mesa del congreso. En la nueva ejecutiva, aunque se han producido cambios, continúan en sus puestos quienes ocupaban los cargos de mayor responsabilidad.

Autonomía e incompatibilidades

Al inicio de la jornada, por amplia mayoría, fue aprobada la resolución sobre el Estatuto de Autonomía. En la misma se apoya el Estatuto de Guernica «como un punto de partida para iniciar el proceso de autogobierno».

En cuanto a los estatutos de la organización se aceptó la inclusión de algunas modificaciones, entre las que destaca la relativa a las incompatibilidades para desempeñar cargos directivos del sindicato con puestos políticos. Las normas son estrictas y se refieren incluso a la presentación como candidato a una elección de carácter político.

En cuanto a la ponencia sobre el programa general para los próximos tres años, el texto aprobado trata de definir un modelo peculiar y diferenciado de sindicalismo. Se afirma que ELA-STV, «más que un grito de reivindicación, más que un acto testimonial de ruptura», es una institución con plena capacidad de análisis y soberanía para marcar su propia política. En consecuencia, aunque ELA-STV da prioridad en estos momentos a la acción sindical en la empresa, «no se encierra en el centro de trabajo, ni limita su acción a la reivindicación laboral». Aunque en el seno de la empresa reconoce a otros órganos diferentes del sindicato, como el comité y la asamblea, «quien mantiene el poder de negociación en la empresa debe ser la sección sindical».

ELA-STV se pronuncia por la confederación, sin que ello atente a «la real autonomía de los órganos confederados».

Críticas a los sindicatos estatales

El sindicato vasco se muestra partidario de un sistema de relaciones laborales basado en la responsabilidad de las partes y en su autonomía negociadora. Se proclama a Euskadi como ámbito para la negociación, y frente a la legislación laboral previsible, que cabe esperar del actual Gobierno, se declara que la única vía de reglamentación de la huelga sea la negociación entre las partes y que las funciones de arbitraje se utilicen «como continuadores de la negociación y no como sustitutivos».

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