Giscard propone su plan anticrisis

El presidente francés, Valery Giscard d'staing, reveló ayer su plan anticrisis energética, al terminar la tercera ronda preparatoria de la cumbre occidental que va a celebrarse en Tokio los próximos días 28 y 29. Durante las últimas 24 horas, el presidente francés se entrevistó con el secretario americano del Tesoro, Michael Blumenthal, y con varios responsables europeos, para perfilar la quincena diplomática que se avecina y de la que destacan la cumbre antedicha y la europea, en Estrasburgo, los próximos días 21 y 22. Todo indica que la cuestión energética arrinconará a todas las demás.El plan que el señor Giscard d'Estaing ya había enviado a los Gobiernos de los nueve de la Comunidad Económica Europea (CEE), tiende a «reducir el consumo de energía, pero manteniendo el crecimiento económico». Cuatro puntos son esenciales: primero, limitar inmediatamente las importaciones de energía y reducirlas progresivamente a lo largo de un período largo de tiempo. Segundo, reordenación de los mercados petrolíferos, empezando por el de Rotterdam. Tercero, elaboración y práctica de programas de ahorro de energía y desarrollo de nuevas fuentes energéticas, la nuclear en particular. Cuarto, concertación con los países productores. Sobre la primacía nuclear, en el sector de las nuevas fuentes de energía, cabe reseñar que los socialistas galos han reaccionado inmediatamente para anotar que se oponen «a todo lo nuclear». Los comunistas, por su lado, parecen inclinarse ante los hechos y únicamente denuncian a las autoridades porque «han abandonado el desarrollo de la producción carbonífera».

En el plano occidental, ayer terminó la preparación de la cumbre de Tokio, a la que han venido asistiendo representantes de los jefes de Estado y de Gobierno de los ocho países que decidirán cuál será el futuro económico-energético de esta región del mundo (Francia, Japón, USA, Italia, Gran Bretaña, Alemania Federal y Canadá). Al concluir esta reunión, el señor Giscard se entrevistó con el secretario del Tesoro americano, señor Blumenthal, quien afirmó al terminar la conversación: «Existe gran convergencia entre los puntos de vista francés y americano, y el presidente de la República analiza el problema energético, poco más o menos, como el presidente Carter.» En términos semejantes se expresaron, tras sus entrevistas con el presidente francés, el primer ministro de los Países Bajos, Van Agt, y el embajador americano, encargado de preparar la cumbre de Tokio, Henry Owen.

La convergencia aludida entre EEUU y los europeos sabido es que no será posible si los americanos continúan practicando el despilfarro energético como estrategia de su vida cotidiana. Sobre este punto, Clifton Garvin, el presidente de Exxon, la petrolera número uno del mundo (casi tres mil millones de dólares de beneficios, en 1978, y mil millones, durante el primer trimestre del año en curso), se entrevistó ayer con el ministro galo de la Industria, André Giraud, y la cuestión del ahorro de energía le ofreció la ocasión para manifestar, una vez más, su buena voluntad.