Cuatro personas han muerto en los atentados a Lemóniz
Con la víctima del atentado perpetrado ayer, ya son cuatro los muertos que se ha cobrado la acción violenta contra la central nuclear de Lemóniz, en Vizcaya, eje de la amplia contestación nuclear que, desde el invierno de 1975, se ha venido desarrollando en el País Vasco.El 3 de enero de 1977 tuvo lugar el primer atentado contra la central, al estallar dos bombas en los comedores de la empresa constructora. Asimismo, el 21 de noviembre de 1977, un incendio provocado produjo cerca de doscientos millones de pesetas en pérdidas en las instalaciones de la central. Un mes más tarde, un miembro de ETA-militar resultó muerto en un ataque contra las fuerzas de la Guardia Civil que custodiaban Lemóniz. La intención del comando era volar las instalaciones de la central, pero los vigilantes, que no se encontraban en la estancia principal -en contra de lo habitual-, sino en una cabina especial, en la que suele hacerse la guardia nocturna hasta el amanecer, abrieron fuego contra los asaltantes, hiriendo de muerte a uno de ellos, José David Alvarez Pena.
Desde entonces, ETA llevó a cabo una sucesiva cadena de atentados contra las instalaciones de la empresa Iberduero en el País Vasco. El 18 de marzo del pasado año, dos obreros resultaron muertos y otros trece heridos, cuando una carga explosiva estalló en el generador de Lemóniz. Según un comunicado de la organización, ETA avisó de la explosión, con treinta minutos de antelación, a la empresa, y con quince minutos, a una emisora de radio de Bilbao. Sin embargo, según la versión que Iberduero dio a conocer, la empresa recibió sólo unos minutos antes de la explosión una llamada telefónica, supuestamente de ETA.
La contestación nuclear en el País Vasco ha adquirido grandes dimensiones, desde que en agosto de 1976 se produjera la primera manifestación en favor de una costa vasca no nuclear. El 24 de julio de 1977 se registró la mayor manifestación antinuclear en nuestro país, con motivo del problema de la costa vasca nuclear.
El 14 de enero de este año, un manifestante resultó gravemente herido, en el transcurso de otro acto similar, en San Sebastián. Como consecuencia de una manifestación antinuclear en Tudela, resultó muerta la joven ecologista Gladys del Estal, el 4 de junio pasado.
En su primer pleno, de carácter extraordinario, el recién constituido Ayuntamiento de Lemóniz exigió la paralización de las obras en la central nuclear, uniéndose así a la decisión adoptada días antes por la nueva Corporación municipal de Munguía, el otro municipio afectado por la construcción de la central. Por otra parte, el diputado vasco Letamendía defendió sin éxito en el Congreso la paralización de las obras, durante la anterior legislatura, y el Consejo General Vasco solicitó un estudio sobre la central a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AEIA).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.