Los grupos parlamentarios piden al Gobierno que actualice el programa nuclear

La Comisión de Industria y Energía del Congreso comenzó ayer el estudio del Plan Energético Nacional (PEN), con un debate sobre sus principios generales. En él se puso de manifiesto la coincidencia de todos los grupos en la necesidad de que el Gobierno actualice los datos técnicos en que se basa el Plan, dado que desde su presentación hace un año han cambiado sustancialmente las circunstancias, sobre todo por el encarecimiento y previsible escasez del petróleo y el accidente de la central nuclear de Harrisburg, que puso en cuestión la seguridad de esta última fuente energética.A partir de este acuerdo, los grupos se dividieron entre los partidarios de mantener en líneas generales el actual proyecto -UCD y Coalición Democrática- de rechazarlo en su totalidad -Bandrés, de Euskadiko Ezkerra- o mantenerlo como documento de trabajo, aunque modificándolo sustancialmente, entre éstos, socialistas y comunistas.

Junto a las características generales del PEN, el debate se centró en torno al tema de las centrales nucleares. Ningún grupo rechazó por completo la instalación de éstas, pero varios de ellos pidieron que el programa nuclear se demore más o menos tiempo, al menos hasta que se puedan rebajar al mínimo los riesgos.

Juan María Bandrés pidió una moratoria de cinco años y que se investiguen otras posibles fuentes, especialmente la energía solar. Maciá Alavedra, de la Minoría Catalana, propuso que un comité de expertos independientes estudie el accidente de Harrisburg y la seguridad de las centrales españolas, para que después una comisión parlamentaria decida sobre el tema. Mientras tanto, debería detenerse el programa nuclear.

Tomás García, del Grupo Comunista, se hizo eco de la «justa desconfianza del público», porque sectores interesados ocultan y tergiversan la información, y se mostró partidario de una moratoria mientras se revisan las centrales y se elaboran reglamentos mucho más rígidos de instalación funcionamiento. Antonio Carro, de CD, afirmó que parar el programa nuclear significa volver al candil y aumentar el paro rechazó la conveniencia de consultar a las poblaciones donde se proyectan instalar centrales, y sostuvo que las energías alternativas están aún en embrión.

Por UCD, Miguel Herrero Rodríguez de Miñón insistió en que una moratoria nuclear equivale a un apagón y al aumento del paro, y calificó el miedo a la energía nuclear de fantasma que no se sabe lo que es, y a causa del cual no se puede rechazar la única fuente energética que hoy puede solucionar el problema. También dudó de la eficacia de las consultas populares a las zonas afectadas, y admitió que deben buscarse fuentes energéticas alternativas.

El socialista Miguel Boyer señaló la necesidad de que se cree un organismo de seguridad nuclear dependiente exclusivamente de las Cortes, para revisar los proyectos de centrales nucleares hasta rebajar los riesgos a un mínimo razonable, y dijo que hay que forzar la investigación de recursos energéticos naturales.

La Comisión proseguirá el estudio del PEN la semana próxima y tiene intención de presentar su dictamen al Pleno del Congreso los próximos días 27 y 28 de este mes. Para ilustrar sus debates, se aprobó una lista de personalidades que serán llamadas a informar, propuesta por el presidente de la Comisión, Rodolfo Martín Villa.