El precio de la capitalidad
La situación económica del Ayuntamiento madrileño fue objeto de una amplia exposición por parte del concejal encargado de la Delegación de Hacienda, Joaquín Leguina, en el pleno ordinario celebrado el pasado 30 de mayo.El estudio presentado apunta como causa de la crisis por la que está pasando el Ayuntamiento de Madrid -que tiene una deuda de 43.000 millones de pesetas, un 25 % de carga financiera y un posible déficit para este año de 15.000 millones de pesetas- el grado de tutela y de control por parte del Estado, la insuficiente capacidad recaudatoria, la dificultosa gestión, el no haber intentado en el pasado una aplicación rigurosa de las posibilidades tributarias, los costes crecientes de los servicios locales, el aumento de la demanda de bienes y servicios, y el gran impacto de la inflación en las finanzas locales. Dentro del muestrario de posibles correcciones a la actual situación financiera, el señor Leguina propuso que el Estado, «como primer usuario de la ciudad », contribuya a sufragar los gastos del Ayuntamiento.
El Ayuntamiento de Madrid es el segundo más endeudado de España, después del de Barcelona, y de ahí que la situación económica sea el tema prioritario del nuevo Ayuntamiento, que ha llegado a pensar en la posibilidad de emitir 7.000 millones de pesetas de deuda pública con los que enjugar en parte el déficit.
En este mismo sentido, el tema central de la reunión celebrada el pasado día 5 por la Comisión Municipal Permanente del Ayuntamiento de Madrid fue la habilitación de créditos. Se discutió una propuesta de la Delegación de Hacienda para aprobar, tras largo debate, un suplemento y habilitación de créditos dentro del presupuesto del año pasado -que está prorrogado para éste-, por valor de 195.565.629 pesetas.
A todos estos problemas económicos habría que añadir el posible boicot de las grandes empresas constructoras españolas al nuevo Ayuntamiento de izquierdas, basadas oficialmente en la poca solvencia económica del nuevo Ayuntamiento. Este boicot se concretaría en la financiación del Plan de Saneamiento Integral, el proyecto de mayor envergadura económica -32.000 millones de pesetas- que tiene entre manos el Ayuntamiento, aunque haya sido heredado.
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