Millones de polacos recibirán a Wojtyla en Varsovia

La capital polaca verá duplicarse hoy su población con cerca de un millón de visitantes, que de todas partes de Polonia han comenzado a afluir a Varsovia para recibir al papa Juan Pablo II, ex arzobispo de Cracovia y primer Pontífice católico que visita un país de la Europa del Este.En cierta medida las autoridades temen que las aglomeraciones lleguen a ser abrumadoras y desde hace unos días hacen llamamientos para que la población acuda a las diferentes localidades que visitará Karol Wojtyla en transportes públicos.

Para asegurarse el orden en las calles y evitar posibles alteraciones del orden, social o político, que pudiera ocasionar la visita, ha sido prohibida la venta de alcohol durante todo el fin de semana. Un polaco consume -como media- treinta litros de vodka al año.

Los medios oficiales polacos tratan en todo momento de separar la actual visita papal de la conmemoración del centenario de San Estanislao, un héroe para el pueblo por su rebelión al omnímodo poder central.

La policía tiene también problemas de seguridad para cubrir la visita de Juan Pablo II. Por ello, se ha solicitado de las congregaciones de fieles que cooperen para ayudar a los agentes en las medidas de seguridad y denunciar cualquier presencia que pueda resultar sospechosa.

Una enorme cruz

A partir de hoy, Varsovia será una capital católica en un país oficialmente ateo. Y para demostrarlo, en la madrugada de ayer fue levantada una gran cruz de madera en la plaza principal de la capital, junto al altar donde Juan Pablo II oficiará una misa ante más de 250.000 fieles.

Por otra parte, una cierta tensión reina en Chestochowa, la legendaria ciudad santuario, porque el día de la visita papal los obreros y mineros deberán ir a trabajar, mientras en el resto de los lugares el día será festivo.

Asimismo, algunos medios informativos polacos se han quejado a las autoridades por las dificultades interpuestas a sus redactores para desplazarse a los lugares que visitará Karol Wojtyla.

Todas las parroquias de Varsovia están engalanadas para recibir a su conciudadano más famoso y también para festejar un hecho, sin duda histórico, que se sigue con especial atención en el resto de los países del este europeo, donde se sospecha que las comunidades católicas podrían manifestar públicamente su alegría por el viaje de Juan Pablo II.

El Papa llegará hoy a Varsovia, siendo recibido por las autoridades estatales, con quienes conversará tras celebrar una misa al aire libre. El próximo 7 de junio, Wojtyla se trasladará al antiguo campo de exterminio nazi de Auschwitz-Bikernau, y el 10 regresará a Roma desde Cracovia.

Cuando se cuentan ya las últimas horas de espera, el clima religioso y el entusiasmo de la población crece por momentos y todo hace prever que este viaje papal marque uno de los grandes acontecimientos de la historia de Polonia y de la Iglesia.