Joe Clark buscará el consenso para gobernar Canadá
El líder del partido conservador, Joe Clark, será encargado de formar Gobierno inmediatamente después de que el primer ministro saliente, Pierre Trudeau, presente su dimisión al gobernador general de Canadá, lo que podría ocurrir hoy mismo. Al nuevo Gabinete tory se le calculan entre seis meses y dos años de vida.
En sus primeras declaraciones tras la estrecha victoria de su partido en las elecciones generales del pasado martes, Clark se mostró conciliador y anunció su intención de consultar y colaborar con los restantes grupos políticos. Especialmente cuidadoso fue el futuro primer ministro canadiense respecto a la provincia francófona de Quebec -donde los conservadores sólo obtuvieron dos escaños- e, incluso, en un evidente gesto de buena voluntad, habló en francés, con alguna dificultad, en su declaración.Los comentaristas políticos coinciden en predecir una duración breve al Gobierno que forme Joe Clark, dada su debilidad en la Cámara de los Comunes, donde le faltan seis escaños para tener la mayoría. Si el programa gubernamental del nuevo primer ministro encuentra críticas de la oposición no puede descartarse que, ante la dificultad para gobernar, Clark disuelva el Parlamento y convoque nuevas elecciones legislativas.
Pero es igualmente posible, y así ha ocurrido numerosas veces en la historia de Canadá, que el primer ministro en el poder llame a elecciones en el momento que considere más favorable para que su partido obtenga la mayoría en la Cámara de los Comunes, sin que haya mediado alguna derrota de un proyecto de ley por la oposición.
El propio Trudeau actuó así en 1974, después de haber gobernado en minoría, aunque con el apoyo de los nuevos demócratas (socialistas), durante menos de dos años. Las nuevas elecciones dieron a los liberales la mayoría que no habían conseguido en 1972 y les permitieron gobernar hasta su derrota del martes pasados.
Clark y su equipo trabajan a marchas forzadas en la elaboración de un programa mínimo de gobierno, entre otras cosas, porque su campaña electoral carecía de él.
No se esperan grandes novedades. Clark ha anunciado que favorecerá la economía libre de mercado y que reducirá los impuestos a los propietarios de inmuebles, además de luchar contra la inflación y el paro, que es pera reducir a la mitad en cuatro o cinco años.
El problema de Quebec
Pero el mayor problema interior que deberá afrontar el nuevo Gabinete tory es el próximo referéndum sobre la independencia de Quebec y la clara polarización en los votos de las elecciones que llevaron al poder a Joe Clark. El premier provincial de Quebec, René Levesque, parece dispuesto a aprovechar la ocasión brindada por esta separación de votos francófonos a los liberales y anglófonos a los conservadores y dijo, ante la Asamblea Provincial, que Quebec ha votado por un francófono, y el resto de Canadá por un anglófono. Una forma de defender su tesis de que existen dos naciones distintas en suelo canadiense.Sin embargo, el hábil Levesque no comenta el hecho de que los votos liberales procedentes de Quebec se hayan otorgado a un federalista convencido y enemigo rotundo de la escisión de Canadá, como Pierre Trudeau.
Por otra parte, la polarización entre las dos comunidades canadienses que reflejan los resultados electorales del día 22 no pasará inadvertida para el nuevo Gobierno, y Clark no actuará de forma que pueda beneficiar las tesis secesionistas de Levesque y el Partit Quevecois. No es de extrañar, por el momento, que el primer ministro electo busque francófonos donde y como sea para sentarse en su Gabinete de 35 miembros.
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