Las Juntas Generales piden amnistía

Más de cuatro horas invirtieron los 66 apoderados que acudieron ayer a la sesión extraordinaria de las Juntas Generales, interrumpida la víspera sin agotar el orden del día, para debatir diversas mociones presentadas por las distintas fuerzas políticas en torno a la amnistía, la situación de los presos vascos y las extradiciones. Pese a los distintos planteamientos existentes sobre estos temas, el que la oposición a las mociones se expresase la mayoría de las veces mediante la abstención hizo que prosperasen todas las presentadas a votación.Así, la moción presentada conjuntamente por el PNV y el PSOE, exigiendo la salida de las FOP de la cárcel de Soria, el regreso de los presos vascos a Euskadi y la celebración de los juicios a los presuntos miembros de ETA en territorio vasco, obtuvo 41 votos positivos, frente a ocho negativos y dieciséis abstenciones. También fueron aprobadas las dos mociones presentadas respecto a los refugiados vascos. La presentada por el Partido Comunista, que se limitaba a «condenar la entrega por parte del Gobierno francés de presuntos terroristas a las autoridades españolas; la de Euskadiko Ezkerra pedía el «fin de las extradiciones y juicios contra los refugiados vascos».

Respecto al tema de la amnistía, se enfrentaron varias mociones total o parcialmente excluyentes, de las que, tras numerosas negociaciones con varias interrupciones para aunar posiciones, llegaron a votarse dos: la del PCE, que proponía la «agilización procesal pertinente para la celebración de los Juicios» y la «concesión de libertades condicionales en todos los casos en que las presuntas responsabilidades penales así lo permitan». La de Herri Batasuna, que -con el apoyo condicionado del PNV- planteaba la «exigencia de amnistía total para todos los presos políticos vascos». UCD anunció desde el comienzo su apoyo a la moción comunista y su rechazo a cualquier otra fórmula, mientras que el PSOE consideró «inseparable el tema de la amnistía del de la violencia».

Finalmente, tras una nueva suspensión, el PNV aceptó votar a favor de la amnistía total, si se le permitía añadir un voto particular matizado que defendía esa reivindicación, «si supone el punto previo del fin de toda clase de violencia». El PSOE, de acuerdo con el fondo de la propuesta, se mostró, sin embargo, contrario a la explicación de la misma ofrecida por el portavoz nacionalista, en la que se aludía a la «violencia institucional de quienes niegan sus derechos al pueblo vasco». El resultado final fue de 45 votos a favor de la amnistía total, diecinueve en contra y ninguna abstención. El voto particular del PNV obtuvo 37 votos favorables, ninguno en contra y veintisiete abstenciones.