La crisis energética en Italia preocupa más que las elecciones
Ni la campaña electoral ni el terrorismo ha ocupado tanto la atención pública italiana como el grave problema de la crisis energética. Decir a un italiano que quizá tenga que renunciar al coche por lo menos algunos días a la semana o que la gasolina le será concedida con cartillas de racionamiento es peor que todos los estallidos de las bombas de las Brigadas Rojas.
Por eso toda la prensa ha dado mucho relieve a la noticia de que las grandes compañías de petróleo, que suministran al país la tercera parte del consumo total, han anunciado que reducirán los suministros a las gasolineras por lo me nos en un 10%. El ENI, la compañía del Estado, ha anunciado a su vez que aumentará la importación de petróleo. Antes de empezar la campaña electoral, el ministro de Industria, Antomozzi, había anunciado todo un plan de ahorro de energía, pero aún no se ha reunido el Consejo de Ministros para aprobarlo. En realidad, se desea dar largas al asunto porque se sabe que estas medidas antipopulares en campaña electoral no son muy efectivas y también porque la izquierda ha hecho saber que un Gobierno que es sólo «electoral» no tiene la fuerza moral para imponer al país un sacrificio tan grande.
En este clima de preocupación, el presidente Andreotti recibió el miércoles con los brazos abiertos al príncipe heredero y primer ministro de Arabia Saudita, Fahd, en visita privada a Italia. En una cena ofrecida por el premier italiano, en la que participaron, entre otras personalidades políticas, el presidente del ENI, Andreotti pidió sin pudor al príncipe Fahd que para echar una mano a Italia en este momento tan grave Arabla Saudita tendrá que enviar directamente petróleo a este país sin pasar a través de las grandes empresas internacionales. El príncipe prometió a Andreotti que presentaría su petición, pero le pasó también una cuenta muy alta. Respondiendo a los periodistas, dijo que los italianos «podrán seguir usando el coche, pero con una condición: usando sólo automóviles pequeños y utilitarios».
Y en el campo político, Fahd recordó a Andreotti que «el derecho del pueblo palestino es el de crear un Estado suyo en su propia tierra. No habrá estabilidad sin que se restituyan a los árabes sus derechos y el primero es el derecho de los palestinos a la autodeterminación». Y añadió: «Todo acuerdo bilateral que no incluya esta petición no podrá tener éxito». Andreotti, embarazado, respondió que la posición de Italia es la de la ONU y de la CEE, que consiste en el apoyo a la causa palestina, pero también en la convicción de que el camino de la negociación es el único posible para obtener la satisfacción de los derechos de aquel pueblo.
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