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Don Juan Carlos proclama la neutralidad española en los conflictos interafricanos

El rey don Juan Carlos proclamó ayer en Conakry, capital de Guinea, la neutralidad española en los conflictos interafricanos. Los reyes de España se encuentran desde ayer en dicha ciudad, adonde llegaron procedentes de Costa de Marfil, siendo recibidos por el presidente Sekou Touré, los miembros de su Gobierno y millares de guineanos. Inmediatamente después de la llegada de los Reyes, asistieron en el estadio de la ciudad a una ceremonia cívico-militar.

El Rey de España pronunció un discurso, en el que, entre otras cosas, dijo que «España, nación de vocación histórica universalista, de profundas vinculaciones con América y África, ha dejado atrás una larga etapa de repliegue sobre sí misma, en la que, durante más de un siglo, no ha desarrollado sus relaciones exteriores con todo su potencial».«Por otra parte, aunque Gobiernos españoles del pasado entrasen en África en el juego colonial, esto se hizo de forma muy limitada, entre otros motivos, porque nuestro pueblo no acabó nunca de asimilar la mentalidad colonista del siglo XIX, y esa presencia fue más por razones estratégicas de nuestro inmediato entorno, amenazado por el expansionismo europeo decimonónico, que por afán de lucro o de conquista.

Estas razones nos llevan a sentir la más viva simpatía por el nuevo resurgir de África, y por eso apoyamos decididamente sus justas causas. Así lo hemos demostrado repetidamente en los foros internacionales.»

«España, señor presidente, ciudadanas y ciudadanos de Guinea, aplaude el ideal de la unidad africana, así como el empeño de reconciliación y cooperación regional que habéis iniciado, se solidariza con la lucha de vuestro continente por erradicar el racismo y la discriminación que persisten en su cono sur, y le parece justo que las naciones que han alcanzado su independencia mantengan su destino en sus propias manos y no vean éste coartado o desvirtuado por nuevas dependencias exteriores.»

«Los españoles tenemos la intención, por nuestra parte, de mantener una estricta neutralidad ante los conflictos interafricanos, sin intervencionismo ni alineación en los mismos. Pero, desde nuestra condición europea deseamos ayudar con nuestra presencia en aquellas cuestiones de interés común, como el diálogo euroafricano y las relaciones Norte-Sur.»

«La primera visita de los Reyes de España a África abre una nueva etapa de la política exterior española con este continente, basada en la cooperación y en la profundización de lo que hasta ahora han sido contactos de información y de mera presencia.»

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En estos términos se expresó el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, durante una conferencia de prensa celebrada, el pasado domingo en Yamoussokro (Costa de Marfil), poco antes de salir hacia Guinea. Para la diplomacia española, este viaje significa la consolidación de una etapa previa, en la que se ha intentado desarrollar una política de acercamiento con África occidental y meridional, inexistente hace unos años, en los que tan sólo hubo una proyección norafricana.

El señor Oreja insistió en el trasfondo político de este viaje real, que viene a consolidar esa proyección africana, que no ha sido improvisada «y que no ha obedecido exclusivamente a contenciosos concretos, como el Sahara y Canarias».

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