Conesa no acudirá hoy a testificar al juicio contra los presuntos secuestradores de Villaescusa

La Dirección General de Seguridad envió ayer un oficio a la Audiencia Nacional en el que se comunica que el comisario Roberto Conesa, por encontrarse enfermo, no podrá acudir a testificar al juicio que se celebrará hoy contra nueve supuestos miembros de los GRAPO, a los que se les acusa de haber secuestrado al teniente general Villaescusa el 24 de enero de 1977.

La declaración del comisario Conesa, jefe de la Brigada Especial Operativa, era esperada con gran interés en medios jurídicos, por el deseo de conocer la versión del responsable de la operación que puso fin al secuestro del entonces presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar. La incomparecencia de este testigo, considerado clave para el esclarecimiento del caso, se cree que originará la suspensión del juicio,Los presuntos miembros de los GRAPO que comparecerán como acusados son: Luis Torrijos, Abelardo Collazo, Enrique Cerdán Calixto, Olegario Sánchez Corrales, Fernando Hierro Chomón, Fernando Silva Sande, Casimiro Gil Araújo, Juan José Díaz Fernández y Encarnación Martínez de Santiago. El fiscal solicita del tribunal ocho años de cárcel para Collazo, Sánchez Corrales, Torrijos, Cerdán y Silva; once para Hierro Chomón -por reincidencia- y seis para Gil Araújo, Díaz Fernández y Encarnación Martínez. Al mismo tiempo, pide seis años para cada uno de los encartados por tenencia ilícita de armas y explosivos, así como 25.000 pesetas de multa por uso indebido de uniformes.

Dos personas íntimamente relacionadas con los secuestros de Oriol y Villaescusa han sufrido sendos atentados en los últimos días. Juan Carlos Delgado de Codes, dirigente de los GRAPO, fue muerto de un disparo efectuado por un miembro de la brigada del comisario Conesa, en la plaza de Lavapiés, de Madrid, el pasado 20 de abril. Días después del secuestro del señor Oriol, la policía interrogó, como medio de contacto con los secuestradores, a las personas cuya liberación exigían los GRAPO. Para ello, Delgado de Codes, recluido en la prisión de La Coruña, y a quien los abogados designados por el Gobierno para entablar negociaciones consideraban como un posible hombre-puente, fue trasladado a Madrid.

Emilio Rodríguez Román, director general de Seguridad cuando se produjeron los dos secuestros, fue herido gravemente en un atentado perpetrado el pasados lunes. El señor Rodríguez Román tenía que declarar en el juicio sobre estos secuestros.