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Pleno del Congreso

Suspendida la sesión por el acuerdo UCD-PCE

Cuando faltaban por intervenir en el debate sobre la situación económica los cuatro grandes grupos parlamentarios del Congreso -centristas, socialistas, comunistas y Socialistas de Cataluña-, el presidente de la Cámara suspendió la sesión, tras consultar con los portavoces, como consecuencia de la cuestión de orden planteada por Ramón Tamames (PCE), contraría a que el Gobierno contestara hoy. «O se llega esta noche hasta el final, o se suspende ahora y mañana seguimos.» Los socialistas, a la vista de las ausencias centristas, prefirieron continuar hasta el final anoche, pero el señor Lavilla, aplicando el criterio del voto ponderado, optó por suspender la sesión, teniendo en cuenta el criterio de UCD y PCE.El problema se inició cuando, tras la intervención del ministro de Economía, los socialistas quisieron subir a la tribuna inmediatamente después. El criterio que entonces se impuso por el presidente de la Cámara fue el de comenzar por los grupos más reducidos. De este modo, entre la intervención gubernamental y la de los principales grupos de la Oposición se interponía un colchón de discursos de las minorías, que restaba garra a las réplicas socialista y comunista.

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A lo largo de la sesión, y ante la extensa duración de los discursos de los portavoces de los grupos pequeños -el Mixto, con nueve diputados, contó con las oraciones de los señores Sagaseta y Gómez de las Roces-, se llegó a la convicción de que las intervenciones de los grupos mayores y la contestación del señor Leal, y posiblemente también del vicepresidente Fernando Abril, no podrían materialmente producirse anoche. A esto se añadía que la izquierda proyectaba proponer una moción, sobre la que debería debatirse, lo que alargaría aún más la sesión.

Llegados a este punto y tras un breve descanso, al filo de las nueve de la noche, el comunista señor Tamames planteó que no debían separarse las intervenciones de los grupos que quedaban por participar y las respuestas del Gobierno.

El presidente del Congreso consultó a los portavoces de los grupos que, desde sus escaños, se mostraron partidarios de continuarhasta el final o de suspenderla sesión en ese momento. Los socialistas del Congreso, por boca de Virgilio Zapatero, manifestaron que su posición era favorable a continuar hasta el final, incluida la votación de la moción, en la sesión de anoche. La razón era clara. En los escaños centristas las ausencias eran abundantes y una votación aseguraría la derrota del Gobierno, dada la nutrida presencia de socialistas.

Finalmente, la posición concordante de centristas y comunistas en favor de levantar la sesión inclinó la balanza en favor de esta opción.

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