Los policías municipales quieren asumir la vigilancia de barrios
Los policías municipales militantes de CC OO y UGT, representantes al mismo tiempo de buena parte de sus compañeros de cuerpo en la Asamblea de Policías Municipales, desmintieron ayer rotundamente la noticia, vertida por fuentes no identificadas, según la cual existía un descontento en el cuerpo hacia Tierno Galván por no haberles recibido todavía. Los representantes de CC OO y UGT se ratificaron en su postura de desechar el uso de armas y recabaron como funciones propias de la Policía Municipal la vigilancia nocturna madrileña y la policía de barrio, servicio prestado actualmente por la Policía Nacional.Ayer, los representantes de las centrales sindicales aludidas, componentes de la junta de gobierno de la comisión permanente de la Asamblea de Policías, convocaron una rueda de prensa, en la que dieron a conocer sus planteamientos de cara a la nueva etapa democrática del Ayuntamiento. En primer lugar, desmintieron por amplia mayoría, ocho de los diez miembros de la junta de gobierno, el comunicado facilitado a la agencia Efe por fuentes desconocidas, en el que se expresaba el supuesto descontento del cuerpo por el poco caso que el nuevo alcalde, señor Tierno Galván, les había hecho hasta entonces. Al contrario, manifestaron que la general entre los policías es de esperanza, por la personalidad comprensiva del alcalde, y se piensa que hay que darle un poco de tiempo.
Durante la rueda de prensa, los policías se ratificaron en sus peticiones sociales aprobadas en el congreso celebrado en junio de 1978, con el añadido de dos nuevas funciones importantes y polémicas: que la vigilancia nocturna de la ciudad, encomendada a los todavía no implantados serenos, se les traspase a ellos, y que asuman también las funciones de la denominada policía de barrio, ideada por el ex ministro del Interior Rodolfo Martín Villa.
En cuanto a la vigilancia nocturna, la impresión de CC OO y UGT, aunque aún no hayan hecho ninguna resolución pública al efecto, es que no puede dejarse en manos de compañías privadas, al tiempo que consideran a los serenos como un cuerpo desfasado de la realidad actual y con pocas garantías de éxito. La Policía Municipal, al menos los simpatizantes y militantes de ambas centrales, estarían dispuestos a asumir dicha vigilancia si les dotaran de los medios técnicos y humanos adecuados. Un cálculo aproximado cifra la proporción de tres policías municipales por cada 2.000 habitantes, por lo que en Madrid serían necesarios unos 5.500, 2.000 más de los que forman el cuerpo actualmente.
Policía de barrios
Otra función a asumir sería la de la policía de barrios, que, sostuvo un portavoz de CC OO, se caracterizaría por una imagen de ayuda al ciudadano de cada barrio, interesándose por sus problemas cotidianos e intentando conseguir la confianza del vecindario, además de vigilar por el cumplimiento de las ordenanzas municipales.Por último, en la rueda de prensa se insistió en las reivindicaciones planteadas por ellos a lo largo de los últimos años: eliminar de sus funciones cualquier cariz de vigilancia represiva o de coacción, desechar el uso de armas, salvo, tal vez, en algún tipo de servicio concreto, en que se vea como necesaria, y la consecución de la libre sindicación. Respecto a este último punto, se interesaron en recalcar que la libre sindicación no implica obligatoriedad de sindicación y que de aplicarse no contribuiría, como se ha dicho, a crear divisiones partidistas en el cuerpo. «Los policías municipales -añadió dicho portavoz- tenemos claro que nuestra misión es ayudar al ciudadano, siempre por encima de cualquier tipo de divergencias de planteamientos que se pudieran dar. »
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