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El primer ministro de Mauritania se entrevistó con el presidente Suárez en Madrid

El primer ministro de Mauritania, Ahmed Uld Buseif, declaró ayer en Madrid que su país no cederá una parte de su territorio al Frente Polisario y que aún no existe una fecha definitiva para un encuentro negociador mauritano-saharaui. Estas afirmaciones las hizo el teniente coronel Uld Buseif momentos antes de abandonar Madrid, donde se entrevistó con el presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez, mientras los ministros de Cooperación y Pesca y Agricultura de Mauritania conversaban con sus homólogos españoles. El dirigente mauritano, que llegó a Madrid procedente de París, partió por la tarde hacia Fez, donde conversará con Hassan II.

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El presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez, recibió en la mañana de ayer al teniente coronel Uld Buseif en el aeropuerto de Barajas. Posteriormente ambos dirigentes políticos se trasladaron al palacio de la Moncloa, donde almorzaron juntos y en compañía de los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países. Por su parte, los ministros de Cooperación y Pesca y de Agricultura de España y Mauritania se reunieron y almorzaron juntos.El silencio y la confusión son los dos elementos más significativos en torno al desarrollo político y diplomático de la crisis del Sahara, y, de manera especial, en lo que se refiere a la participación española en el desarrollo de los últimos acontecimientos. El presidente Suárez, que ha tomado la iniciativa en la crisis del Sahara, se niega a desvelar el contenido exacto de sus conversaciones en Argel -con el presidente Chadli y con el secretario general del Polisario, Abdelaziz-, y con UId Buseif, por estrategia política o por falta de contenido.

En todo caso, con el viaje a Argel, el inmediato anuncio de la visita del rey don Juan Carlos a MArruecos y la entrevista de ayer con Uld Buseif, el presidente del Gobierno quiere dar la impresión de dinamismo y cohesión en todas estas acciones, que aparecen, en algunos casos, un tanto forzadas, como lo demuestra la falta de resultados proespañoles en las conversaciones con Argelia -ni en lo político ni en lo económico-, y la agria reacción de Marruecos al desplazamiento del señor Suárez a Argel, con declaraciones y comentarios oficiales muy duros para la política española y con presiones de índole económico sobre Melilla que el ministro español de Transportes, señor Sánchez Terán, dice desconcer.

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En todo caso, el secretario de relaciones internacionales de UCD, Javier Rupérez, ha respondido a las duras acusaciones lanzadas en la prensa marroquí sobre el viaje de Suárez con un comunicado en el que se dice que dicho desplazamiento es esperanzador, y en el que reafirma la voluntad del Gobierno español de defender la integridad del territorio nacional. El comunicado responde a un duro artículo aparecido en el diario marroquí Al Alam, el pasado jueves, en el que se critica el próximo viaje del rey don Juan Carlos a Marruecos, y se piden medidas de presión política y económica sobre Ceuta y Melilla. Medidas que, como señalábamos ayer en estas páginas, refiriéndonos a fuentes diplomáticas francesas, podrían constituir el principio de un plan de gibraltarización de las plazas españolas del norte de Africa, al parecer en estudio por el Gobierno de Rabat.

El plan de paz mauritano

En lo que se refiere a las múlti-ples conversaciones que el primer ministro de Mauritania ha mantenido con el rey Hassan II, el presidente Giscard d'Estaing y el presidente Suárez, poco o casi nada ha podido saberse. El teniente coronel Uld Buseif se ha limitado a declarar en Madrid que su país no entregará el Sahara al Frente Polisario, que las negociaciones mauritano-saharauis no serán exactamente el próximo día 26, como se anunció, y que Nuakchott está dispuesto a restablecer el contacto diplomático con Argel.

Estas afirmaciones han creado una cierta confusión, por cuanto parecen contradecir las informaciones surgidas en Trípoli hace dos semanas sobre un principio de acuerdo o de negociación entre mauritanos y saharauis, que tendría como objetivo la cesión del Sahara que administra Mauritania al Frente Polisario. De todas maneras, las contradicciones parecen ser mucho menores. En los últimos meses se ha barajado con bastante frecuencia la idea de un Estado federal mauritano-saharaui como posible fórmula de paz al conflicto del Sahara, la creación de dicho Estado no supone la cesión del pedazo del Sahara de Tiris El Garbia, sino la entrada de los saharauis en las fronteras que a-dministra la Mauritania actual, una vez que se convierta en federación mediante un referéndum que podría afectar a toda la población (mauritanos y saharauis).

El desmentido a la fecha de negociaciones del día 26 entre polisarios y mauritanos no es total. Uld Buseif dice que aún no hay fecha, pero no descartó el diálogo, que considera necesario.

Mauritania quiere terminar la guerra

Lo que sí parece cierto es que el Gobierno de Nuakchott quiere a toda costa terminar la guerra, y por ello algunos observadores no descartan la idea de que Mauritania pueda abandonar -no ceder a nadie- el pedazo de Sahara que tantos conflictos le causa.

Por otra parte, es significativo que el señor Uld Buseif declaró en Barajas que coincide plenamente con España en sus análisis sobre la crisis de Sahara. La postura oficial española a este respecto ha sido -el ministro Oreja afirmó ayer que «España no cambió su política en el Sahara»-, hasta ahora, la defensa de la autodeterminación saharaui bajo los auspicios de la ONU, sin otorgar al Polisario la representación exclusiva del pueblo saharaui. Además, el presidente Suárez se declaró recientemente favorable -en Argel- a la celebración en Madrid de una nueva conferencia sobre el Sahara, lo que supondría la denuncia automática de los acuerdos de Madrid.

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