Preocupación comunista por el aplazamiento del debate sobre política energética

El Grupo parlamentario Socialista expresó ayer su preocupación por la actitud del Gobierno, que estima pretende «aplazar el debate sobre política energética en unos momentos en que la opinión pública contempla con preocupación diversos aspectos de la política energética, y especialmente de la política nuclear», según afirma un comunicado hecho público por este grupo tras el aplazamiento del referido debate, decidido por la mesa y la Junta de Portavoces del Congreso.Añaden los parlamentarios comunistas que el debate a celebrar por el Pleno de la Cámara no podrá considerarse sustitutivo de la tramitación del Plan Energético Nacional, en la Comisión de Industria y Energía del Congreso.

Para este debate, el Grupo Comunista adelanta que, respecto a la política nuclear, defenderá la siguiente política: «Constitución inmediata del Consejo de Seguridad Nuclear, con dependencia exclusiva del Congreso de los Diputados; declarar la moratoria o aplazamiento indefinido del programa nuclear; disponer la parada de los tres grupos en operación hasta que sean evaluados el diseño, sistemas de seguridad planes de evacuación de la población; revisión de los proyectos de las centrales en construcción avanzada; las instalaciones nucleares deben pasar a control público, así como la red de alta tensión y el repartidor de cargas, reclamando la necesaria intervención de los gobiernos autonómicos en materia nuclear.»

Control parlamentario de RTVE

Por otra parte, el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) -grupo de los comunistas catalanes- ha vuelto a plantear la necesidad de que los parlamentarios de Cataluña puedan intervenir desde ahora en el control y gestión de Radiotelevisión Española en Barcelona, a fin de democratizar su funcionamiento, según informa Efe desde esta ciudad.Esta nueva petición del PSUC está relacionada con el juicio que el próximo día 8 se celebrará en Magistratura de Trabajo por demanda presentada por el equipo de redactores despedidos del programa Giralt. Consideran los comunistas catalanes que el despido de los cinco redactores del citado programa es arbitrario.

Para los comunistas catalanes la actuación del equipo directivo tiene como objetivos vaciar de contenido la programación catalana y deteriorar progresivamente la televisión pública, para preparar el camino a medios, de televisión privada.