Sin reflejos

Cuando una Bolsa ha perdido su capacidad de reacción, hasta el punto de mostrar la más absoluta indiferencia ante las medidas aprobadas por el último Consejo de Ministros, y que afectan directamente a la totalidad del sistema financiero del país, hay que pensar que algo muy grave le ocurre.No es ya sólo la manifiesta inhibición compradora por parte de los pequeños y medianos ahorradores, sino la eficacia del mercado de valores como tal, lo que se cuestiona.

Tras esta introducción resulta fácil imaginar que la jornada de ayer presentó unas características francamente similares a sus inmediatas precedentes, con el negocio reducido a un mero intercambio de algunos centenares de títulos que casi siempre generaban cesiones de escasa cuantía, poco papel, pero aún menos órdenes de compra.

Dentro del sector bancario merece la pena destacar, por atípico, el comportamiento del Bilbao, quien repite el cambio de sus acciones y cupones éstos son mantenidos desde el inicio de la ampliación a 145 pesetas, con lo que la suscripción de nuevas acciones mediante su compra resulta a 259,41 %. El resto continúa dando claras muestras de debilidad, y precisaron de la ayuda de las propias entidades para no ceder más terreno.

Los valores eléctricosalgo más sostenidos, con escasas operaciones y mal ambiente generalizado, por lo que los avances mínimos registrados tienen mucho de ficticio.