Intento de asesinato con uranio

Un técnico del centro de tratamiento del combustibles irradiados de La Hague, en el canal de la Mancha, ha sido objeto de una tentativa de asesinato, según informa desde Cherburgo (Francia) la agencia Efe. La historia parece extraída de una novela de misterio de Agatha Christie.El técnico, un hombre de treinta años apellidado Busin, encontró en su automóvil, debajo del asiento del conductor, unas arandelas radiactivas.

No se sabe exactamente cuánto tiempo llevaban allí las mencionadas arandelas, pero en cualquier caso se estima que la intención criminal es evidente. El juzgado de Cherburgo y la policía han iniciado una investigación para encontrar al autor del delito.

Necesariamente, el autor o los autores han de ser personas que trabajan en el centro de tratamiento de los combustibles, ya que las arandelas con las que se intentó cometer el crimen se utilizan para manejar las barras de uranio irradiado.

Una vez utilizadas, esas arandelas se arrojan a la fosa en la que van a parar también otros residuos radiactivos. Para coger las arandelas y colocarlas debajo del asiento del automóvil, debió ser necesario valerse de unos manguitos y guantes especiales, que sólo pueden encontrarse entre el material de protección que el personal del centro emplea en su trabajo.

El señor Busin se encuentra hospitalizado, sometido a un período de observación, para comprobar si ha sufrido o no lesiones a causa de la radiactividad.