La paz entre Egipto e Israel entró ayer en vigor oficialmente
La paz entre Egipto e Israel entró ayer en vigor oficialmente, tras una demora de más de dos horas, muchos nervios y un inicio de pánico cuando egipcios e israelíes descubrieron que había una diferencia de terminología en los capítulos sobre la autonomía palestina, adjuntos al tratado de paz. Finalmente, los instrumentos de ratificación, que ponen fin al estado de guerra entre los dos países, fueron intercambiados entre las dos delegaciones.
Eran exactamente las 17.29, hora local, y en el aire desértico y reconfortante de Umm Hashiba, donde el sol declinaba paulatinamente, egipcios, israelíes y norteamericanos pudieron lanzar un suspiro de alivio, cuando se intercambiaron los instrumentos de ratificación.Dos horas antes, todo parecía comprometido. El problema palestino, una vez más, estuvo a punto de hacer fracasar el acuerdo de paz, por culpa de una expresión mal redactada.
En el texto egipcio se hablaba de la cuestión de la autonomía de «Cisjordania y Gaza», mientras el israelí se refería a los «habitantes de Cisjordania y Gaza». La diferencia era de envergadura, ya que se trata de una definición distinta de la autonomía, que será objeto, de negociaciones dentro de un mes. Para los egipcios, la autonomía concierne a los habitantes y al territorio ocupado. Para los israelíes, la autonomía no está prevista más que para los habitantes de esos territorios.
La consternación era general en esos momentos. Egipcios e israelíes palidecieron. Frenéticas llamadas telefónicas alertaron a los primeros ministros de Egipto, Mustafá Jalil, y de Israel, Menahem Begin.
Finalmente, al cabo de dos horas de laboriosos intercambios de opiniones, egipcios, israelíes y norteamericanos consiguieron vencer el texto problemático que bloqueaba en el último momento el camino de la paz.
¿Cómo lo consiguieron? El doctor Ben Elissar, jefe de la delegación israelí, se negó a revelarlo para evitar complicaciones. «Saludo a todos los soldados aquí presentes -dijo el viceministro egipcio de Asuntos Exteriores, Said Arfa, el dirigirse a las dos guardias de honor formadas por egipcios e israelíes-, que hace tan sólo unos meses se enfrentaban como enemigos a ambas líneas del frente. » A continuación manifestó su esperanza de que la paz entre los dos países conduzca hacia «una paz global en la región, incluida la solución del problema palestino en todos sus aspectos».
En nombre del Gobierno israelí, el doctor Ben Elissar subrayó la importancia histórica y simbólica de una ceremonia «que culmina las aspiraciones comunes de los dos pueblos». Y añadió: «Esta paz no es mas que el primer paso hacia una paz de conjunto por la que trabajamos y deseamos.» Ben Elissar concluyó su intervención gritando en hebreo, árabe e inglés: «La guerra ha terminado, viva la paz.»
Cruel ironía. En ese mismo momento los cañones tronaban en la frontera libanesa-israelí. La guerra árabe-israelí está lejos de haber terminado.
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