El presidente portugués reafirma su apoyo a Mota Pinto y crítica la actitud de los partidos

La reafirmación del apoyo del jefe del Estado al Gobierno de Carlos Mota Pinto y a su acción política, «patriótica y globalmente meritoria», es la conclusión más importante del discurso pronunciado por el general Eanes en la sesión parlamentaria conmemorativa del quinto aniversario de la revolución portuguesa

Si los partidos políticos insisten en negar a este Gobierno los medios necesarios a su acción, el presidente se verá en la obligación de intervenir directamente en la dirección política del país. El general Eanes no ha sido más explícito que en otras ocasiones sobre las formas que podrá adoptar su intervención política. Las elecciones generales anticipadas exigidas por varios partidos políticos no han sido totalmente descartadas por el presidente, que insistió, sin embargo, en su poca eficacia probable para modificar el actual abanico de las fuerzas políticas portuguesas.«Los más terribles enemigos de la democracia no son los antidemocráticos declarados, sino los demócratas que se dejan absorber por los problemas secundarios aplazando la solución de los problemas nacionales», dijo también el general Eanes, que subrayó el desánimo y el desencanto que viene cundiendo en la sociedad portuguesa.

El discurso presidencial ha decepcionado visiblemente a la mayoría del Parlamento, ya que, al contrario de lo que sucedía en años anteriores, han sido más numerosos los diputados que se mantuvieron en silencio que los que aplaudieron al final de la intervención presidencial. Entre estos últimos figuraban únicamente diputados demócratacristianos y disidentes del Partido Socialdemócrata.

Por otro lado, el general Eanes pronunció otro discurso, dentro de la misma línea, ante el cuerpo diplomático y los representantes de las Fuerzas Armadas. Eanes defendió el apartidismo de los militares portugueses y lanzó un renovado ataque contra aquellos grupos políticos que pretenden utilizar a los elementos castrenses en beneficio propio.

Tras recordar que el golpe militar del 25 de abril de 1974 fue originariamente una iniciativa antifascista y patriótica, Eanes precisó que aquella fecha histórica se conmemora «en la pureza de sus propósitos nacionales y de las promesas indeclinables hechas al pueblo portugués el 25 de noviembre de 1975».

A su juicio, el ideal originario del «25 de abril» fue apenas reasumido con el «25 de noviembre», fecha que marcó el fin de la fase izquierdista de la Revolución de los Claveles y su sustitución por una política moderada

Sin embargo, Eanes considera que se asiste de nuevo a una tentativa de instrumentalización de los militares por parte de «fuerzas totalitarias de izquierda y de derecha» y advirtió que las Fuerzas Armadas «no serán los soportes de grupos, partidos únicos o de cualquier oligarquía».

Advirtió también a los militares que se dejen envolver por las luchas políticas que serán expulsados de la institución castrense y precisó que la defensa de la democracia implica la responsabilización pública de las formaciones políticas que pretendan «entrar en los cuarteles».

Al margen de las celebraciones oficiales, el pueblo portugués conmemoró ayer con entusiasmo y muestras de satisfacción popular el aniversario de la revolución. Al llegar la medianoche, los automovilistas hicieron sonar sus bocinas y los peatones sacaron a relucir los claveles recién adquiridos, que en la fecha del 25 de abril se asocia con la revolución.

Pero, pese a este entusiasmo popular, se deja sentir en Portugal un ambiente general de desánimo por los problemas no resueltos y por la situación económica grave que atraviesa el país.