Pablo Serrano: "La serie 'El pan' es la concreción de mi obra anterior"

Desde el próximo día 9 de mayo Pablo Serrano expone en la galería Darthea Speyer, de París, diez dibujos y diecinueve esculturas que ponen en público una nueva serie, El pan. «El pan -dijo Pablo Serrano a EL PAIS-, ese pan que el público veía en algunas de mis formas, es la concreción de lo que intenté desde el principio.»

«El origen -sigue diciendo Pablo Serrano- está en las Unidades-Yunta, de las que la primera es la del museo de La Castellana y que me ocuparon diez años. Allí se realizaban formas macho y hembra, que fueron evolucionando a otras que eran ya macho y hembra en sí mismas. En estas formas abstractas se mostraba el conflicto de la comunicación y también el del enfrentamiento del hombre con la vida y con la muerte. La tensión entre el espacio interior y exterior del hombre, y esa difícil fusión que expresaba san Agustín diciendo: "Yo soy dos, y yo habito en cada uno de los dos por entero." Pues bien, estas formas derivaron para el pueblo en algo mucho más concreto: el pan.»«Efectivamente, yo creo que el pan, el pan partido y compartido, significa todo eso que yo buscaba. Significa comunicación y significa reflexión interior, conocimiento de sí mismo y trabajo. El pan es el alimento primordial y la comida, el momento en que el trabajo, el sacrificio y el gozo se comparten... Por eso esta serie es una concreción en su sentido y en sus formas. Aunque no sea tan realista, sí que se ven en estas esculturas y en estos dibujos las formas del pan, de los panes diversos, y como hay que trabajarlo, también unas y otros están muy trabajadas, diríamos que muy amados. Muy minuciosos. Diríamos que como tiene que ser el pan»

En París presenta, pues, dieciséis esculturas, la mayor, en dos partes, mide aproximadamente tres metros por 1,50 y el resto aproximadamente un metro. Después de tres años de trabajo en estas formas, Pablo Serrano considera esta serie abierta: «Está cerrada sólo en el sentido de que esculturas y dibujos son piezas únicas y originales. Pero esto no quiere decir que agoten el tema, al contrario. Es un tema que me interesa muchísimo y cuyas posibilidades expresivas sólo estoy empezando a explorar.»

Naturalmente, surge el tema de los múltiples, la comunicación artística y hasta de la crisis del mercado. «Recordando a Umbral -dice Pablo Serrano-, hay momentos en que me gustaría tener una panaderia y producir estos panes como tortas. Tal vez sea bonito en algún momento hacer una serie o un múltiple. De hecho, el conflicto que nosotros mismos nos hemos creado entre la obra única que tiene un particular que, naturalmente, guarda para sí mismo, y cuya casa no suele abrir -colecciones privadas, cuestiones de impuestos, en fin, todos esos problemas- o que está en un museo que tampoco es tan cómodo para el que quiere verla, conflicto digo con la necesidad de comunicación que se nos plantea a los artistas con una mayoría, no sé si podremos solucionarIa. Pero sí creo que hay que estudiarla, que hay que pensarse la manera de que lleguemos a una mayoría... Y este problema también implica cómo hacer la escultura y el dibujo para que comuniquen...» Respecto a la crisis, dijo Pablo Serrano: «Realmente, están mal las cosas para todos. Incluso cuando las galerías que nos llaman se responsabilizan de cierta cantidad de obra y también de transportes, seguros y todas esas cosas, seguimos sintiendo todos esa incógnita que es doble: de un lado, las ventas. Y de otro, y no creas que es menos importante, de cómo va a ser recibida y entendida esta nueva forma de hacer. En fin, el pan es un elemento que hay que trabajar, y esto no sólo en lo material, también en lo cultural.»

«El pan -escribió Pablo Serrano para el dossier de la exposición- partido y compartido como una unidad abierta a la libertad, a la cultura en desarrollo, a la comunicación y a la creación.»