"La noche del licenciado
Aunque no soy espectador habitual, de, TVE, algo que podría denominar «sentido del deber» me llevó a enchufar el aparato el pasado domingo 8, para ver qué pinta tenía La noche del licenciado, programa especial, etiquetado -según tengo entendido- como de qualité por los poderes que rigen ese cuarto poder elevado al cubo que dispone a su antojo de los rayos catódicos. He de confesar que todavía no he salido de mi asombro. Comprendo que en un momento de obcecación Antonio Mercero pariera ese guión sobre un heredero de la burguesía acomodada, que quiere ser payaso, pero no entiendo ya que se lo aceptaran otras personas que podían verlo sin la parcialidad que trae consigo el ser padre de la criatura. Creo que La noche del licenciado puede ser un ejemplo perfecto de una televisión vuelta de espaldas a la realidad y, puestos a pensar mal, creo que Antonio Mercero ha hecho ese programa, aparte de que esté condicionado por esa vena ternurista y simplona a la que indudablemente tiende, porque estaba seguro de que ese problema tan irreal y tan innecesariamente solemnizado (inacabable final después de un suspense perfectamente ridículo) sería del gusto de los mandamases de TVE.
