Grave atentado terrorista contra el palacio del Capitolio, sede del Ayuntamiento romano

La capital italiana despertó ayer sorprendida e indignada cuando los primeros noticiarios radiofónicos dieron la noticia de que durante la madrugada había estallado una bomba de dos kilos de dinamita en la puerta central del palacio del Campidoglio (Capitolio), sede del Ayuntamiento de Roma. La explosión fue fortísima, y causó daños graves no sólo a la puerta central, sino a la sala del Consejo Municipal. Gruesos bloques de mármol se desgajaron de la magnífica comisa obra de Miguel Angel, del portal y de los muros, en los cuales estaban fijados los majestuosos batientes de madera preciosa, completamente destruidos por la explosión.

Miles de romanos desfilaron durante todo el día para contemplar con rabia cómo había sido ultrajado uno de los monumentos artísticos más queridos de los romanos y más famosos en todo el mundo, y se oían frases de reprobación muy duras y expresivas.El atentado ha sido reivindicado por dos grupos diversos. Uno, el más fiable, porque llegó a un diario antes que se conociese el atentado, es un grupo desconocido. Se llama Movimiento Revolucionario Popular.

En una nota enviada a un vespertino de la capital italiana afirma que ha sido atacado el municipio de Roma, «centro de poder y de control», y añade que «hay que combatir el esfuerzo represivo contra la guerrilla popular».

El otro grupo que se ha atribuido la paternidad del atentado es el NAR (Núcleos Armados Revolucionarios), que es un conocido movimiento fascista.

En las primeras horas de la mañana, el alcalde comunista, Giulio Argan, reunió a todos los concejales en la sala medio destruida de las reuniones y abrió la sesión con estas palabras cortadas por la emoción: «Miguel Angel concibió San Pedro como centro religioso de la ciudad, y el Campidoglio, como centro civil: un atentado fascista ha querido deshonrar este emblema de las instituciones y de la cultura célebre en todo el mundo.»

A Argan llegaron inmediatamente telegramas de solidaridad del presidente de la República, Alessandro Pertini, de los presidentes de la Cámara de los Diputados y del Senado, Pietro Ingrao y Amintore Fanfani, respectivamente, y de numerosas personalidades del mundo de la política y de la cultura.

Este atentado, al que se le ha dado mucho relieve por su simbolismo provocador, se ha realizado horas antes que empiece el interrogatorio en la cárcel de Rebbibia, de Roma, del catedrático Antonio Negri, acusado de ser el organizador de las Brigadas Rojas y de haber participado en el asesinato de Aldo Moro.

Dos asesinatos

El atentado del Campidoglio tuvo lugar después de otros dos graves incidentes: el asesinato en Milán de un carabinero, Andrés Campagna, de veinticinco años, llevado a cabo por un terrorista a cara descubierta. (El atentado fue reivindicado por las Brigadas Rojas y por Primera Línea, ambas de extrema izquierda.) Y en Roma, un joven comunista murió horas después de haber sido acuchillado delante de la sección del partido por un joven fascista.

Mientras en toda Italia crece la estrategia de la tensión, a mes y medio de las elecciones se están llevando a cabo en Roma, en gran secreto, una importante operación en el área de la extrema izquierda. De cierto se sabe sólo que han sido detenidos quince jóvenes pertenecientes al movimiento de Autonomía Obrera, del cual Antonio Negri era el líder y fundador.

Mientras continúa la polémica en el mundo intelectual acerca de la operación antiterrorista que ha llevado a la cárcel a los principales líderes de la nueva izquierda, los jueces de Roma sorprendieron ayer a la opinión pública con una nueva detención: la del periodista de la agencia Ansa, Stefano Menentí, acusado de falso testimonio. Marido de Tiziana Maiolo, del grupo Manifiesto, el redactor de Ansa y su esposa estuvieron presentes en la cena de Milán, hace un año, con Antonio Negri y el juez Alessandrini, asesinado en enero pasado por Primera Línea. La cena se celebró en la casa de otro juez compañero de Alessandrini. El periodista aseguró que había sido Alessandrini quien había pedido conocer a Negri, mientras casi te da la prensa publicó que fue Negri quien hizo todo lo posible para conocer al juez que meses después fue asesinado.

La izquierda extraparlamentaria sigue acusando a los magistrados de tendenciosidad, afirmando que la Magistratura de Roma no es de las más limpias del país para tener en sus manos un proceso de izquierda de esta envergadura.