Los nuevos ayuntamientos urgen el Estatuto

El primer acto de los consistorios democráticos de las principales ciudades catalanas (entre ellos los de las cuatro capitales de provincia), fue acordar el urgir una rápida aprobación del proyecto de Estatuto de Autonomía de Cataluña. En algdnos casos se remitieron telegramas en este sentido al Rey, al presidente del Gobierno y al presidente de las Cortes. Ello fue el resultado de una consigna general de todos los partidos -incluida UCD-.De esta manera, queda totalmente desechado el intento que con toda razón la izquierda catalana atribuía a Tarradellas, en el sentido que éste deseó, hasta el mismo 3 de abril, institucionalizar la Generalidad provisional, en base a las diputaciones y creyendo que, a excepción de Barcelona, se daría una victoria de la derecha en los consistorios y especialmente en todas las diputaciones catalanas. Los cambios cualitativos que implica el proceso culminado ayer no consisten tan sólo en unas mayores posibilidades de movilización popular en favor del Estatuto, desde los propios consistorios, sino también en una clara delimitación de la capacidad de maniobra de la actual Generalidad.

Respecto a la política de alianzas seguida en la formación de los consistorios, funcionaron a la perfección los acuerdos de hecho entre PSUC, PSC-PSOE, la Esquerra y el partido de Pujol, pese a que este último áparentó que se trataba Je una mera coincidencia muy temporal. En consecuencia, UCD quedó a islada en todas las grandes ciudades. Curiosamente, algunas informaciones de agencia se habían referido a acuerdos entre Pujol y UCD en pequeños municipios, pero ello es obvio que carece de importancia.