Nueva versión de una obra de Tennessee Williams
La obra teatral La gata sobre el tejado de cinc caliente, escrita en 1955 por el dramaturgo norteamericano Tennessee Williams (1914), se repone hoy en el teatro Marquina, en adaptación de Ana Diosdado, interpretada por María José Goyanes, José Bódalo, Amelia de la Torre, Montserrat Caruila, Carlos Larrañaga, Jesús Enguita y Alberto Bove, con escenografía de Antonio Cortés y dirección escénica de José Luis Alonso.
«Se puede considerar como un estreno -declaró a EL PAIS José Luis Alonso-, ya que el primer montaje hubo que enmascarar y sugerir en el diálogo y en las situaciones debido a la censura, sobre todo en el problema homosexual que plantea y en el lenguaje crudo, lo que desvirtuaba el personaje. Una vez superada aquella situición anómala, la obra se da tal como es, en una versión de Ana Diosdado hecha en un buen castellano y de una gran fidelidad al original. En esta versión hemos tenido en cuenta los dos textos que escribió Tennessee Williams para el tercer acto, uno de ellos por indicación del director Elia Kazan en su montaje, que hace referencia a la figura del padre y el enfrentamiento total de los personajes.»El director de la obra declara que se ha realizado la misma como si fuera la primera vez, debido a que « afortunadamente tengo mala mememoria. Esta vez he marcado diferencias en el ámbito escénico y en las relaciones de los personajes. Willuiams es un escritor que pertenece a la corriente realista, dentro de la tradición del gran teatro norteamericano; pero es un realismo muy peculiar, a veces poético, a veces onírico. En La gata..., las grandes pasiones funcionan a tope: la ambición, la tierra, el sexo; pero bucea más en las almas de sus personajes, que emergen complicados y oscuros. Es un autor muy tentador para un director y, sobre todo, para los actores, que tienen que realizar un trabajo rninucioso y luchar con sus papeles, tener en cuenta el ritmo interior y exterior de cada escena, las miradas, los silencios. En esta obra se nota la influencia de Chejov, declarada por Williams, en el tempo de las escenas y la relación entre los personajes en los dos planos de texto y subtexto, en unos personajes fracasados que sonríen y aceptan su fracaso. Esto hace que persista el teatro de Williams. Cuando monté otra obra suya, Zoo de cristal, la temporada pasada, la crítica advirtió que estaba más actual que en su estreno, con La gata... puede ocurrir lo mismo. »
La gata sobre el tejado de cinc caliente, como otras obras del dramaturgo, fue llevada al cine, por Richard Brooks, en 1958, interpretada por Elisabeth Taylor y Paul Newman. «En los ejemplos de obras trasladadas al cine considero que son mejores en teatro, por el poder de la imaginación, el patetismo y el misterio, que los medios del cine desvirtúan.»
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.