Posible retraso del documento episcopal sobre la familia
El documento sobre el matrimonio y la familia que elaboró la comisión episcopal del Apostolado Seglar y que ha sufrido sucesivas redacciones y modificaciones -la última asamblea plenaría del Episcopado decidió rechazar la tercera parte del documento, que trataba temas como la planificación familiar y el aborto- podrá sufrir un retraso en su publicación, ya que, según fuentes consultadas por Efe, en medios eclesiásticos no se oculta cierto pesímismo sobre su contenido y sobre su futuro, en el caso de que se apruebe. Ayer se cumplió el plazo puesto a los obispos españoles para que emitieran por correo su voto definitivo.
Las fuentes consultadas por Efe reconocen que la redacción, actual del documento ha mejorado notablemente con respecto al original, presentado en diciembre pasado, y señalan que el largo tiempo que ha ocupado la elaboración de este documento ha motivado que no se haya podido incorporar el reciente magisterio de Juan Pablo II, «tan rico en los temas de la familia y el matrimonio», por lo que podría considerarse poco oportuna la publicación del documento sin que aparezcan reflejadas las opiniones y directrices del reciente Papa.Cabe señalar que Juan Pablo II, desde poco después de acceder al Pontificado, no perdió ocasión de reiterar la más tradicional doctrina católica con respecto a temas como la indisolubilidad del matrimonio. Una de estas ocasiones fue su discurso ante cincuenta periodistas europeos que asistían al Congreso Internacional sobre los Derechos del Niño, el pasado mes de enero, en el que condenó el divorcio, y el aborto y expresó su opinión de que el niño tiene derecho a una familia verdadera, con «el afecto de un padre y una madre, unidos por un matrimonio indisoluble».
Las fuentes eclesiásticas citadas consideran que, dentro de los valores que se reconocen en la redacción final del documento, deberían reflejarse con mayor claridad la línea del Vaticano III especialmente señalada en la encíclica Gadium et spes, con respecto al «consentimiento personal e irrevocable» del que surge el vínculo. También -añaden-, se observa que en el documento predomina un planteamiento problemático y negativo de la institución matrimonial y de la familia, que no se acierta a resolver y se opina que sería necesario sintonizar el documento de los obispos españoles con el tono positivo y esperanzador del Vaticano II y con las Intervenciones de Juan Pablo II sobre este tema, ya que se considera que, de lo contrario, los enfoques quedan un poco anticuados.
Las líneas del documento que se sometió a la asamblea plenaria de los obispos españoles reiteraban la postura de la jerarquía eclesiástica sobre distintos aspectos de la institución familiar y tocaban cinco puntos como «los grandes desafíos a la familia de hoy». El primero de ellos constataba «una contestación bastante amplia, principalmente en los sectores de la juventud», al matrimonio como institución, tanto social como eclesial. El segundo desafío recalcaba que «se habla del aborto como de una conquista de los tiempos modernos». El cardenal Tarancón, presidente de la Conferencia Episcopal Española, añadía que «incluso se ha dicho en algún periódico -no entiendo en que razones puede basar su afirmación- que el aborto es una exigencia de la democracia». En tercer lugar, «se considera la planificación familiar y la regulación de la natalidad como exigencias ineludibles del momento que está viviendo la humanidad». Y se da a entender que todos los medios son lícitos para conseguir esos objetivos. El cuarto desafío aludía a que «se habla del divorcio vincular como de una necesidad imperiosa que es necesario satisfacer. Y se hace una campaña divorcista con una ligereza que, por lo menos, asombra y asusta». El último punto hablaba de que «se quiere dar a las relaciones prematrimoniales un sentido y un alcance que alarma lógicamente a todas las personas sensatas».
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