Nuevo callejero

¡Bien! ¡De acuerdo! No fue cruzada, ni un movimiento nacional, ni el glorioso alzamiento. Ya lo sé; sencillamente fue una rebelión militar, salvaje, cruel e inhumana contra el poder legalmente establecido, apoyada por la Iglesia y los privilegi.ados. Una traición al juramento niilitar. ¡Conformes! Pero entonces, digo yo, ¿a qué se espera para borrar de una vez todo lo que de alguna manera lo simbolice o recuerde? Por ejemplo, el nombre de las calles o de ciertos centros oficiales o paraestatales. ¿A qué hay que esperar? ¡Hágase ya! Siquiera sea por los niños y los jóvenes... y por no herir más a los mayores. ¿Todavia no es suficiente? ¿Aún quieren seguir zahiriendo?Además de nombres de personas hay otros igualmente humillantes y dolientes: «mártires», «caídos». Es que los «otros» no fueron mártires; es que los «otros» no cayeron. Si no cayeron, hay que pensar que están flotando en el aire.

Ya sabemos que hay cosas más importantes que hacer en los nuevos ayuntamientos, casi todos de izquierdas (Cuenca puede votar lo que le dé la gana.... porque para eso es... Cuenca), pero lo que propongo, eliminar estos nefastos y hasta terroríficos nombres, no cuesta ni trabajo ni apenas dinero y todos quedaríamos tan contentos.

¿No podrían darnos este pequeño gusto, señores que gobiernan? ¡Somos tan sencillos! ¡Nos conformamos con tan poco, después de haber sufrido tanto!