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Entrevista:

Las diferentes líneas del socialismo francés no cuestionan la unidad del partido

Ayer comenzó en la ciudad de Metz el V Congreso del Partido Socialista francés (PS). Hasta mañana, domingo, la «guerra de los jefes» del socialismo galo dominará la elaboración de la línea política del partido. Michel Rocard, el líder de la segunda corriente más numerosa del PS ha pedido un acuerdo de última hora. El primer secretario, François Mitterrand, desvelará sus intenciones: o constituir una mayoría aliándose con alguna de las tres corrientes minoritarias,o continuar gobernando él solo el partido. Lionel Jospin, considerado como el «delfín» de Mitterrand, 42 años de edad, profesor de Economía, miembro del Buró Ejecutivo del PS, es uno de los jóvenes lobos que juegan la baza Mitterrand contra la esitrella ascendente: Rocard. En unas declaraciones a nuestro corresponsal en París, Feliciano Fidalgo, el señor Jospin esboza la personalidad del mitterranismo en el marco pluralista que caracteriza al socialismo francés.

Pregunta. Existen la «línea Mitterrand», la «Iínea Rocard», el CERES, considerado como el ala izquierda del partido, y existe también, con su moción propia y de cierto peso, Pierre Mauroy: ¿Se trata del mismo socialismo y, en todo caso, cuáles son las diferencias esenciales?Respuesta. Frecuentemente, los partidos socialistas, en vísperas de sus congresos, debaten en torno a varias posiciones políticas, para definir la línea del partido. Las diferencias de apreciación no cuestionan la pertenencia al mismo Partido Socialista, que lucha por la instauración de una sociedad de justicia, de libertad, que exprese los intereses y las aspiraciones de hombres y de mujeres, que la sociedad actual oprime y explota. El PS de la unidad socialista salido de Epinay en 1971 nadie lo pone en entredicho.

Los problemas de la Unión de la Izquierda son consecuencia, en primer lugar, de la voluntad de los comunistas de «romperla» en vísperas de las legislativas de 1978. Para justificarse, el PC intentó acreditar la idea del «giro a la derecha» del PS. Por tanto, si el PS persevera en su estrategia de unión de la izquierda, el PCF volverá a la Unión. Esta es su única alternativa, bajo pena de un repliegue sectario que le amenazaría de desaparición. Para forzar al PC a retornar a la Unión, el PS debe enraizarse más en la sociedad francesa y, para ello, coronar la construcción del partido que se ha realizado gracias a Mittterrand.

Sobre los problemas económicos, algunos de nuestros camaradas solicitan más «rigor». Nosotros, en estos tiempos en los que la crisis azota a los trabajadores, no creemos que se puedan recortar nuestros objetivos económicos y sociales. El rigor economico, para los socialistas, no puede traducirse en el rigor social para los trabajadores, impuesto por el capitalismo en crisis.

Las cuestiones internacionales han girado esencialmente en torno a la construccíón europea. Pueden distinguirse tres líneas: la del CERES, para quien Europa es peligrosa. La de Míchel Rocard o Pierre Mauroy, para quienes Europa, por esencia, es algo bueno. Y, por fin, los que con François Mitterrand pensamos que los principios del internacionalismo y las exigen de un nuevo tipo de desarrollo justifican la construcción europea, pero que es necesario transformar profundamente el contenido de Europa.

P. A la vista de las divergencias profundas entre Rocard y el CIRES, por ejemplo, es posible que de Metz salga un PS unido, dotado de un proyecto político aprobado auténticamente por todos?

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R. No se trata, en el Congreso, de definir un proyecto, sino una línea política para los dos próximos años. Y antes y después del Congreso nuestra reflexión colectiva no cede por lo que concierne a la incompatibilidad entre Rocard y el CERES o viceversa, es un problema suyo. Por lo que nos concierne a nosotros (la línea Mitterrand), deseamos que en Metz se realice una síntesis sin exclusiva, pero a partir de posiciones políticas claras. Y como hemos conseguido el 40% de votos de los militantes, esto será posible. Después, la existencia de una mayoría y de una minoría no cuestionará la unidad del partido.

P. De todos los partidos socialistas de Europa occidental, sólo el PS se plantea explícitamente el problema de la «ruptura con el capitalismo -». ¿Considera usted que dicha estrategia es realista en un contexto de crisis y, por otra parte, cree usted que la «ruptura» sería aceptada por el electorado creciente de un PS, del que se dice frecuentemente que es un «cajón de sastre»?

R. Yo pienso que hay otros partidos socialistas (¿no es el caso del PSOE, por ejemplo?) cuyo objetivo consiste también en romper con el sistenia capitalista para instaura.r el socialismo. Los franceses saben que ése es nuestro objetivo ), se unen a nosotros sobre esa base. Y, naturalmente, como el PS aumenta, es necesario que recoja electores que antes no lo votaban: los coge a su derecha y también al Partido Comunista.

Compañeros difíciles

P. Tras el congreso de Tours, en 1920, a salvo de algunas alianzas más o menos falseadas (como la del programa común), podría decirse que el peor enemigo de los socialistas es el PC y viceversa. ¿Cómo ve usted este problema en el momento presente?R. Espero, es decir, no creo que los comunistas piensen como usted dice. En todo caso, los comunistas para nosotros son compañeros, aunque, también es cierto, com paneros difíciles. Comunistas, socialistas, al representar las mismas clases sociales. compiten. Y la reconstrucción del PS le da una capacidad para expresar las aspiraciones e intereses obreros que molesta la pretensión del PCF de ser el «partido de la clase obrera».

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