Presión en Europa para que se suspenda el desarrollo atómico

Aunque la posibilidad de un grave desastre nuclear se aleja definitivamente en la central atómica Three miles island de Pennsylvania, el primer accidente nuclear conocido en Occidente ha conmovido y preocupado a la opinión pública mundial y a los gobiernos europeos, algunos de los cuales se ven ya presionados para que suspendan interinamente sus extensos programas de desarrollo energético a base del átomo. República Federal de Alemania y la CEE -así como el Consejo General Vasco, en España- han enviado sendas delegaciones técnicas e Informativas al lugar del accidente, para ver in situ los peligros que encierra, en sus respectivos países, la posibilidad de repetición de un accidente similar al registrado en Estados Unidos.Simultáneamente, el Gobierno de Washington mantiene informados diariamente a los países -y sus organismos atómicos- a los que ha suministrado centrales del tipo accidentado. La Junta de Energía Nuclear española ha confirmado la recepción de tal información.

El riesgo de una catástrofe radiactiva como consecuencia del accidente se redujo considerablemente ayer, según confirmó oficialmente un alto funcionario norteamericano en conferencia de prensa. Harold Denton, jefe de operaciones de la Comisión Reguladora de Energía de EEUU, declaró que la temperatura del reactor está bajando y que la burbuja de gases que impedía la refrigeración ha disminuido su tamaño.

Como consecuencia de esta disminución, no sólo se han reducido las posibilidades de explosión atómica, sino que también disminuye el riesgo de una nueva emisión de alta dosis de radiactividad.

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