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Diferencias sustantivas en las propuestas electorales de UCD, PSOE y PCE

Los tres partidos políticos que es seguro que estarán representados en el nuevo Ayuntamiento, PCE, UCD y PSOE, coinciden en sus programas electorales en democratizar la estructura municipal y fomentar la participación ciudadana, por sí misma, o a través de las juntas de distrito. Avances democráticos a los que no podían sustraerse, puesto que son una de las reivindicaciones exigidas insistentemente por el movimiento ciudadano y los partidos de izquierda -fundamentalmente- desde hace años. Las diferencias en cuanto a la operatividad práctica de estas medidas se centran, más que en los postulados generales de buenas intenciones, en las formas en que se va a articular esa participación. Y es aquí donde se aprecian diferencias notables, en la mayoría de los casos por omisión.

Carta municipal

Por ahora, ha sido el PCE el único partido que ha presentado un anteproyecto de Carta Municipal de Madrid en el que se recogen más detalladamente todos los aspectos relacionados con el reparto del poder y las márgenes en los que se moverá la participación popular. Los programas electorales de PSOE y UCD hablan de fomentar la segunda, pero sin concretar las formas que podrían adoptar.En lo que los tres partidos coinciden es en que el órgano máximo decisorio del Ayuntamiento será el pleno, lo que conlleva un recorte sustancial de las potestades actuales de la alcaldía. Las diferencias comienzan inmediatamente después. Así, el programa del PCE propone que la Comisión Permanente es el órgano ejecutivo municipal de los acuerdos tomados en el pleno, y estará formado por una cuarta parte de los concejales, elegidos por votación mayoritaria entre todos ellos. PSOE y UCD coinciden con el PCE en el carácter ejecutivo de la comisión, pero proponen que sus miembros se elijan proporcionalmente a la composición política del pleno.

Las dos posturas reflejan las expectativas de cada partido. El PCE sabe que será una fuerza minoritaria respecto a las otras dos, pero cumpliendo un importante papel de partido-eje, por lo que le interesa que los miembros puedan elegirse por votación, y no por un criterio automático de proporcionalidad, ya que la primera fórmula es una puerta abierta a conseguir más puestos, en función de los acuerdos a que pueda llegar con cualquiera de los otros dos partidos.

En cuanto a la elección de los tenientes de alcalde, que el PCE propone en concreto que sean tres, este mismo partido estima que deben ser elegidos por el pleno. El PSOE se muestra más presidencialista, y permite que sean nombrados directamente por el alcalde mientras que UCD adopta una postura intermedia y elige que sean nombrados por el pleno a propuesta del alcalde.

Delegados de servicio

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Respecto a los concejales-delegados de los servicios municipales, ambos partidos de izquierda quieren que su nombramiento recaiga directamente en el pleno, mientras que UCD reitera su fórmula de nombramiento por el pleno a propuesta del alcalde.Los tres partidos coinciden además, en la necesidad de constituir comisiones denominadas informativas (que controlarán el ejercicio de las funciones del concejal delegado, PCE), asesoras (que dictaminarán previamente en todos los asuntos que hayan de ir al pleno o a la permanente para su posterior aprobación, UCD) y de nuevo informativas (del PSOE, con las mismas funciones que las preconizadas por UCD).

La UCD propone, además, la creación de la figura del gerente de servicio, encargado de ejecutar las decisiones de las comisiones asesoras correspondientes, aunque su ámbito de actuación se presenta como algo confuso, ya que existiría un paralelismo con el concejal delegado de servicio.

Juntas de distrito

Las diferencias más notables se presentan en cuanto a la composición y potestades que cada partido -quiere atribuir a las juntas de distrito. Aunque todos están de acuerdo en la necesidad de descentralizar el funcionamiento de la administración. municipal PSOE y UCD dejan en una cierta nebulosa el alcance de las prerrogativas de las juntas, mientras que el PCE propone un grado de autonomía respecto al pleno de la corporación muy notable.Así, UCD se limita a indicar que «las juntas municipales tendrán facultades decisorias en las materias que se establezcan, y serán asesoradas por un consejo de electores de distrito". El segundo párrafo parece indicar que la función de los vecinos será puramente consultiva, y no está claro cómo se elegirán los miembros que compongan la junta. El PSOE, por su parte, se muestra asimismo algo escueto: «Las juntas de distrito se potenciarán en sus competencias, y canalizarán los intereses de los vecinos dentro del distrito, en conexión con los demás y con los intereses globales del municipio. Son los niveles inmediatos para potenciar la participación ciudadana».

El PCE, en su anteproyecto, señala en cambio que las juntas estarán formadas por consejeros de distrito, elegidos por sufragio universal, directo y secreto. Los consejeros elegirán entre ellos un presidente y un vicepresidente, y el cargo de consejero será incompatible con el de concejal, lo que parece asegurar una importante autonomía en su funcionamiento. En las juntas habrá efectivamente un concejal de la corporación, que podrá asistir a las reuniones de éste, con voz pero sin voto.

Según el anteproyecto comunista, las juntas dispondrán de fondos propios asignados por el pleno y con cargo a los presupuestos municipales. Tendrán competencias de carácter decisorio y ejecutivo en temas como el sanitario, escolar, deportivo, cultural y recreativo, y asimismo tendrán competencia para controlar el planeamiento urbanístico del distrito y conceder licencias que no entren expresamente en las atribuciones de la comisión permanente.

La única baza, importante, que se guarda el PCE en cuanto al control de las juntas de distrito desde el pleno municipal consiste en que los acuerdos de aquélla tendrán que ser remitidos a éste para su aprobación. El pleno puede devolverlos en el plazo de dos meses para que sean revisados, y si la junta insiste en no, modificarlos, el pleno puede declararlos nulos, sin posibilidad de recurso posterior.

Participación ciudadana

Es en este capítulo donde los programas electorales se revelan más claramente como electoralistas, valga la redundancia, sobre todo en los casos de PSOE y UCD. Todos insisten en promover la participación de las organizaciones vecinales en la gestión municipal, mediante diversas fórmulas, como son derecho de petición avalado por un número determinado de firmas, posibilidad de referéndum de distrito, implantación de oficinas de información, apoyo a las asociaciones de vecinos, padres de alumnos, etcétera. La propuesta más floja sería la de UCD, que se limita a ofrecer la instalación de oficinas de información en cada distrito y servicios de recepción de sugerencias de los ciudadanos. La constitución de comisiones mixtas formadas por concejales, técnicos y asociaciones sólo es defendida por los dos partidos de izquierda. Pero en ambos casos hay que tener en cuenta la trayectoria práctica seguida por ambos en los últimos tiempos. En el caso del PCE son muy conocidas las acusaciones en su contra de querer dirigir el movimiento ciudadano en su favor, incluso recurriendo a su paralización en momentos de su conveniencia. En el caso del PSOE es también conocida su postura contraria a las actuales asociaciones de vecinos, a las que no considera representativas, y su intento de crear una estructura paralela montada a partir de las tradicionales Casas del Pueblo socialistas, que por ahora no parecen haber cuajado.

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