Sadat, el petróleo y España

He vivido estos días en Ginebra la reunión ministerial de la OPEP donde como ya es sabido los trece países miembros decidieron una elevación del precio del petróleo, de un 9 %. La importancia de esta noticia y las impresiones que he podido recoger en los pasillos del hotel Intercontinental, me hacen pensar que podría tener interés decidir algunas conclusiones sobre el acontecimiento.Creo sinceramente que el último acuerdo de subida representa algo más importante que una corrección de precios hacia el alza, como hemos sufrido ya tantas desde 1973, porque ahora quizá estemos en el comienzo de una nueva etapa en la historia de la OPEP, donde los países exportadores de petróleo intentan organizar ellos mismos el mercado, regulando su producción de manera que exista siempre un exceso de la demanda sobre la oferta, lo que les permitirá mantener una tensión constante de los precios. De ser como era hasta aquí, el mercado del petróleo, un mercado de compradores, pasaría a ser un mercado de vendedores.

Convendría comentar que en los pasillos del hotel Intercontinental de Ginebra, durante los días de la reunión de la OPEP, y aparte de los representantes de la prensa internacional, se encontraban numerosos traders, esos especialistas del comercio petrolero, que por lo visto sienten una gran confianza en que las últimas decisiones de la OPEP les permitirán incrementar su actividad gracias al previsible crecimiento de la parte del mercado internacional de signo especulativo, en detrimento de los acuerdos pactados por las grandes compañías petrolíferas, que perderán una parte de sus ventas a manos de compañías estatales de países productores, dispuestas a sacar el mayor partido posible de la nueva situación.

Por otra parte, nos engañaríamos pensando que la subida se reduce a ese salto entre los 13,335 dólares por barril del crudo de referencia (Arabian Light) al nuevo precio de 14,542, porque en realidad la subida será mucho mayor, ya que se admite la incorporación de primas según las calidades del petróleo, pudiendo alcanzar en ciertos casos de petróleos ligeros, que son justamente los más solicitados, entre dos y cinco dólares por barril sobre el precio básico. Será la ley de la oferta y la demanda la que en fin de cuentas fijará los precios de esta clase superior de crudos.

Una última reflexión me parece útil hacer. No ha sido una casualidad que los precios del petróleo hayan subido el mismo día en que se firmaba en Washington el llamado acuerdo de paz entre Egipto e Israel recibido con disgusto por todos los restantes países árabes, por considerarlo contrario a la justicia de la causa palestina. Por eso y, según lo que he podido captar en Ginebra, ha sido una suerte providencial que Sadat anulase su proyectada escala madrileña que sinceramente creo hubiese podido tener repercusiones para los intereses de España.