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La Juventud prefiere las discotecas como pasatiempo

La juventud trabajadora española, de la que el 15% está en paro, y sólo el 1% cobra el seguro de desempleo, considera que el tiempo libre es para la evasión y el consumo, y no lo dedica al desarrollo cultural y humano, según la encuesta realizada y publicada a nivel nacional, y con un margen de error de más o menos tres, por la Juventud Obrera Católica (JOC).Según esta encuesta entre 1.800 jóvenes, el tiempo libre de la juventud trabajadora es mínimo: el 54% de los jóvenes trabaja más de ocho horas diarias, y el 6% más de diez. Los motivos de las horas extras son: para un 33%, ayudar en sus casas; el 29% emplea este dinero en algún objeto personal; el 24% trabaja más porque lo exige la empresa y el 14% está ahorrando para casarse. Añade la encuesta que el tiempo medio de transporte de casa al trabajo es de hora y media entre ida y vuelta, con lo que el tiempo materialmente libre apenas existe.

Ese escaso tiempo libre lo pasa el joven trabajador -y para esta encuesta son jóvenes los que se encuentran entre los catorce y los veinticinco años- en su casa o en el barrio los días de diario en un 70%. En los fines de semana, el 64% se reparte entre el barrio y el centro de la ciudad, que predomina, según la encuesta, en un 44%.

Los días de diario, los jóvenes usan su tiempo libre para leer, ver televisión o estar con los amigos. Los fines de semana predominan el cine -considerado como una actividad de evasión- o las discotecas, que ocupan al 53%. Un 17%, en bares y cafeterías. Y sus objetivos en este tiempo son «pasárselo bien», para el 36%; encontrarse con otros y establecer relaciones, para el 28%, y el desarrollo cultural, para el 7%.

Según las conclusiones de la encuesta, la JOC considera que el tiempo de ocio no es marco, para los jóvenes, de desarrollo cultural y humano, sino de consumo y evasión. Con todo, el 65% de los encuestados se considera satisfecho con su ocio y el 35%, insatisfecho en mayor o menor medida.

Otros datos que se recogen en la encuesta de la JOC son los que se refieren a la intervención ciudadana y política de los jóvenes. El 52% no milita ni frecuenta, ni lo ha hecho nunca, ningún grupo político, ciudadano, religioso o similar. Un 19% estuvo alguna vez, pero lo ha dejado. Los que sí frecuentan actualmente, se reparten entre grupos políticos, religiosos, culturales, recreativos y ciudadanos, repartidos en un 6% aproximado y a partes iguales.

Por otra parte, el 25% de los jóvenes obreros consumen algún tipo de drogas, y de ellos, el 7% manifiestan dependencia hacia ellas. El reparto sociológico de la droga -dice la encuesta- depende «del dinero de que disponen y del tipo de barrio en que viven. Cuanto menos dinero, menos consumo hay.

Los barrios son juzgados duramente por los jóvenes. No hay instalaciones deportivas, entidades culturales, bibliotecas y librerías, y las que hay funcionan mal. Desde la perspectiva geográfica, las zonas mejor dotadas son, por este orden, Barcelona, Madrid y el País Vasco, pero en todas ellas el nivel económico del barrio es determinante también en este sentido. En cuanto al grado de participación de los jóvenes en la planificación de su ocio es muy escaso: el 81% reconoce no participar en ninguna organización o entidad para el tiempo libre, y sólo el 15% tiene alguna intervención. Preguntados si conocen alguna iniciativa de ocio y tiempo libre que no responda a un fin especulativo o crematístico, el 59% no conoce ninguna. Las zonas más afectadas son Canarias, Castilla, León y Andalucía.

Como el barrio sigue siendo el escenario del tiempo libre de los jóvenes, se les preguntó sobre los cambios y su posibilidad: el 54% creen que los jóvenes pueden cambiar sus barrios. El 25%, que no hay nada que hacer, y el 14%, que lo pueden arreglar los que mandan. Los extremeños, castellanos y andaluces son los más pesimistas, y los asturianos, madrileños y vascos, los que muestran más confianza en los propios jóvenes.

En cuanto a la empresa, en la que pasan tantas horas los jóvenes trabajadores, no encuentran en ella posibilidades de empleo del tiempo libre el 77% y encuentran algunas el 23 %. A las empresas les pedirían los jóvenes locales, ayudas económicas y organización. En cuanto a los que estudian, consideran que sus centros escolares están muy mal de locales y actividades extraescolares. Por último, el 97% de los encuestados considera que el Estado no se ocupa lo bastante del tiempo libre de los jóvenes, en lo que se refiere a infraestructura.

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