La Costa del Sol, en manos de una población foránea que se desentiende de los ayuntamientos
Málaga, Fuengirola, Benalmádena, Mijas, Marbella, Estepona. La Costa del Sol malagueña se encuentra ante unas elecciones locales que pueden ser determinantes para su inmediato futuro. Son estas unas localidades que, cubiertas por una apariencia de prosperidad, están llenas de problemas. En los últimos años, el turismo residencial ha hecho aumentar su población en unos porcentajes muy altos. Con el aumento de la población han llegado nuevos problemas: falta de servicios, de puestos escolares y de infraestructura, sin olvidar los problemas típicamente políticos que nacen de la convivencia en un mismo municipio de dos grupos sociales perfectamente delimitados y diferentes: la población autóctona y la residencial.
Todos estos municipios están llenos de urbanizaciones, en algunos casos ilegales. Los campesinos, que no conocían el valor real de sus tierras en el mercado turístico, pasada la falsa euforia de supuesto buen negocio realizado, se vieron prácticamente colonizados y acabaron engrosando el censo laboral del sector de la construcción o de los servicios. Algunos hay que tuvieron que colocarse de jardineros en las mismas tierras que antaño fueron suyas.Las urbanizaciones empezaron pronto a ser foco de problemas para los ayuntamientos. Los compradores de parcelas -extranjeros en su mayoría- se encontraron en muchos casos con urbanizaciones en las que faltaban los servicios más perentorios, e iniciaron una larga serie de reclamaciones y solicitud de ayuda cerca de los ayuntamientos, una vez que los urbanizadores, terminado el negocio, habían abandonado la zona. En Mijas, por ejemplo, las urbanizaciones clandestinas han sido en su mayoría obra de extranjeros, y las estafas urbanísticas han sido la nota dominante.
El tema ha sido estudiado magistralmente por Francisco Jurdao, depositario del Ayuntamiento de Mijas, en un reciente libro (España en venta), en el que se demuestra con claridad cómo, en contra de lo que se venía creyendo hasta ahora, el turismo residencial es negativo para la zona, tal como está organizado. «Uno de los problemas más difíciles de resolver -declaró Francisco Jurdao a EL PAIS- es el de cobrarles a los extranjeros los pocos impuestos o tasas que tienen. Se niegan a pagar hasta la tasa de recogida de basuras. Es curioso observar cómo estos señores pierden el alto valor cívico, que se dice que tienen en sus países, en cuanto llegan a España. Cuando el cobrador va a sus casas se salen por la tangente: "Yo no saber nada, yo no ser de aquí, mí no comprender, la casa ser de un amigo, yo estar poco tiempo en España."»
¿Qué beneficios da el turismo residencial a los ayuntamientos de la Costa del Sol? «Hay que tener en cuenta dice Jurdao- que el único impuesto que pagan los turistas residentes es la contribución urbana, y que con la reforma fiscal este impuesto se ha reducido a una quinta parte. Quiere decirse que a partir de ahora pagarán aún menos, casi nada. ¿La solución? Que se implante un impuesto especial por segunda residencia. No veo otra. »
El problema no es pequeño si se tiene en cuenta que buena parte de la población de estos municipios es turismo residencial, como es el caso de Mijas, donde existen 120 urbanizaciones particulares, con más de 3.000 chalets, de los que el 80 % son de propiedad extranjera.
Esto hace que los residentes extranjeros sean más que los autóctonos, que los del pueblo. Es una característica que no ha sido tenida en cuenta en todo lo que vale por ninguna de las candidaturas que se presentan a las elecciones municipales. Y esto no ocurre solamente en Mijas: algo semejante sucede en las demás localidades de la Costa del Sol.
El problema político que todo esto comporta es de primera magnitud. A él hace referencia (centrándolo en Mijas, aunque es también de aplicación en mayor o menor medida en el resto de los municipios de la zona) Francisco Jurdao en su obra citada. «Mijas, con su población autóctona desconocedora de lo que ocurre en su término, y su población residencial, despreocupada de todo aquello que se salga de su urbanización, se halla en una situación política delicada. ¿Quiénes gobernarán este municipio?»
En este análisis forzosamente resumido de la realidad de los municipios de la Costa del Sol ante las elecciones municipales quedan aún muchas cuestiones en el aire. Una de ellas -y no la menos importante- es el papel que juegan los grandes hombres del turismo. ¿A qué candidatura apoyan en cada caso? No es fácil la respuesta, una vez que se da por descontado que no apoyan a los grupos de izquierda.
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