_
_
_
_
ELECCIONES MUNICIPALES: MADRID

Edificio en ruina

Los madrileños se están dejando arrebatar día a día sus edificios históricos-históricos con resignación fatalista. Edificios considerados como intocables por su valor singular o por su inclusión en el casco histórico, se encuentran en ruina o están siendo demolidos para convertir su solar en un rascacielos vulgar que destroza todo el entorno. El Plan Especial, recientemente aprobado -y podado por el Ayuntamiento para hacerlo digerible entre los propietarios- protege a unos 12.700 inmuebles, muchos de ellos en mal estado de conservación y otros conscientemente abandonados y en espera de ser vendidos al mejor postor. Según Adelpha, en los próximos diez años el 70% de los situados en el casco más antiguo se verán afectados de ruina y el 30% restante se caerá irremisiblemente de no tomar las medidas adecuadas.«La indiferencia y negligencia de las autoridades competentes es doble: primero cierran los ojos ante el deterioro del edificio y no obligan o ayudan al propietario a restaurarlo y después, una vez arruinado el inmueble, aceptan los hechos consumados y ante la demagógica psicosis de que Madrid se nos cae encima, conceden licencias de derribo con toda tranquilidad», asegura María Rosa Suárez Inclán, secretaria general de Adelpha.

Es una política titubeante y contradictoria, ya que se acaba de permitir la demolición de la Quinta de Bruguera, situada entre Goya y Castellana, a pesar de que «bajo el mandato del alcalde García Lomas la propiedad de la referida quinta había recibido una subvención municipal de varios millones de pesetas para su restauración», señala Adelpha. Lo curioso es que en muchos de estos edificios su supuesta ruina es provocada, como ha ocurrido con la casa del paseo del Prado número 14, construida por Juan de Madrazo en el siglo XIX. « La propiedad ha realizado clandestinamente la destrucción interior del inmueble, enviando una cuadrilla de albañiles que arrancaron los canalones de desagüe de sus cubiertas, excepto el que corre por la fachada, con levantamiento de tejas», señala Adelpha. Pero lo más extraño en esta lucha entre la piqueta y los movimientos ciudadanos es que la presión popular ha logrado rescatar edificios en vías de demolición como el palacio de Talara y el de Gamazo, y a pesar de haberse ordenado su reconstrucción, aún no se ha realizado.

Parecida farsa se está siguiendo con el convento de las Reparadoras, al que se le quiere demoler con excepción de la fachada y la iglesia, para construir tres rascacielos en su lugar, lo que sería un auténtico pastiche, o con la remodelación de las plazas de San Martín y las Descalzas, que en vez de seguir un estilo tradicionalista se han reconstruido en estilo hortera, según calificativo de Adelpha.

Pero aún quedan muchos más edificios en desamparo total o en vías de liquidación: palacios como el de Bauer y el de los duques de Granada de Egar; la capilla de San Isidro y la de la Venerable Orden Tercera de San Francisco; conventos como el de las Comendadoras de Santiago y el de las Capuchinas y otros edificios como el Hospital Provincial, obra de Sabatini. Las obras de restauración también pueden encerrar el peligro de desvirtuar el primitivo estilo como ocurre con las obras que se están haciendo en el jardín Botánico y en la iglesia de San Pedro Viejo, cuya torre mudéjar es del siglo XIV.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_