Delincuencia
«(...) Para quienes manejan las cifras frías, para los estudiosos de las estadísticas comparadas, los números no son alarmantes. Barcelona o Madrid son ciudades más tranquilasque Berlín, París o Londres. Mientras en Alemania Occidental y Gran Bretaña se cometen cinco delitos al año por cada cien habitantes, en España sólo se produce un 0,6%.Bien. Es un débil consuelo. Pero la tranquilidad se empaña al observar que durante los tres últimos años los delitos han crecido en un 33, un 23 y un 20%, respectivamente. Más, mucho más, que la tasa de libertades ciudadanas; más, mucho más, que la tasa de bienestar material de la comunidad.
Las cifras y los conceptos no son, obviamente, comparables. Son, sin embargo, el síntoma de una mutación sociológica que se produce en el país. Es la asimilación a conductas sociales diferentes de la sociedad agraria que abandonamos todavía no hace muchos años. (...)
Vistas las cosas desde otro ángulo, se puede entender el fenómeno delictivo a partir de una serie de incitaciones farisaicas, valdrá la pena ádecuar el modeló una sociedad altamente competitiva; una cultura basada en la prepotencia personal a cualquier precio; el desarraigo comunitario del individuo; la emulación del poder económico y del poder físico. Si a esta lista incompleta de incitaciones le añadimos las condiciones de marginación de gran número de individuos, el cocktail delictivo está servido.
18 marzo.